Oltra opta a un puesto de asesora en servicios sociales pese al caso de los abusos sexuales

La exvicepresidenta de la Generalitat Valenciana, ya se ha hecho a la idea de que su futuro profesional no pasa por la política activa. Tras resultar investigada por el magistrado Vicente Ríos, la exdirigente de Compromís se está buscando otras alternativas laborales una vez abandonadas cualquier tipo de responsabilidad y cargos públicos. Una de ellas pasaría por ocupar un puesto de trabajo en el Ayuntamiento del municipio valenciano de Torrente. Allí, la nacionalista se ha apuntado a la bolsa de trabajo para aspirar a ser asesora jurídica en el Consistorio. Eso sí, tendrá que competir con otros 46 aspirantes.

Llama la atención Oltra, en caso de superar el correspondiente cuestionario de 75 preguntas, aprobar el examen eliminatorio y que su experiencia y aptitud sean valoradas, se pueda llegar a encargarse de determinadas funciones.

Negó apoyo jurídico a Teresa

Según se extrae de las propias bases de la convocatoria que ha publicado el Ayuntamiento de Torrente, entre sus cometidos están las de «todas las correspondientes a la que correspondan con las materias del área de inclusión social o las que se le asignen relacionadas con la misma».

Al respecto, cabe recordar que Teresa, la víctima de los abusos sexuales del marido de Oltra, estaba interna en un centro de acogida dependiente de la Consejería valenciana de Igualdad y Políticas Inclusivas, cuya responsable era la nacionalista.

Asimismo, también se encargaría del «apoyo jurídico en el ámbito de los servicios sociales en materia de contratación de servicios o convenios de colaboración con otras entidades públicas o privadas».

Teresa, en cambio, no tuvo protección alguna por parte del Ejecutivo regional a pesar de que PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem solían sacar pecho con el lema 'Hermana, yo sí te creo'.

Es más, acudió esposada a declarar ante el juez esposada y cuando el magistrado se percató ordenó quitarle los grilletes y pidió explicaciones sobre quién había ordenado semejante acción.

Tampoco Teresa contó con el asesoramiento jurídico que ahora podría prestar la presunta encubridora de los abusos sexuales sufridos, ya que el tripartito de izquierdas se ha negado por activa y por pasiva a que l Abogacía de la Generalitat se personara en la causa para defender los derechos de la joven.

También se le encomendaría a Oltra la «coordinación con todos los miembros del equipo de profesionales de la zona básica» de organismos «públicos y de entidades de iniciativa social», así como «el empleo de técnicas de mediación en el desarrollo de sus funciones».

La instrucción de Ríos deja claro que la exvicepresidenta sabe coordinar, crear equipos y mediar. En cambio, según se desprende del sumario, lo hizo en contra, supuestamente, de la legalidad, ya que habría encargado informes psicológicos falsos de cara a desacreditar la versión de la víctima.

Por ello, no solo está investigada Oltra, sino casi una veintena más de personas entre funcionarias de la Consejería de Igualdad, así como el círculo más cercano a la de Compromís, entre ellos su primer marido y jefe de Gabinete.

La decisión del magistrado de ampliar el pasado octubre seis meses más las investigaciones de la causa supuso un duro golpe para las aspiraciones políticas de Oltra, puesto que los tiempos procesales chocan con los que la ley establece para presentar las listas electorales a los comicios de mayo de 2023.

Aunque la coalición nacionalista modificó ad hoc su reglamento de primarias para incluir sobre la bocina a su exlíder ante un posible archivo del caso, no parece que la propia Oltra tenga muchas esperanzas puestas en volver a un escaño.