Comunidad Valenciana  Paella, Fallas o la Albufera: la obsesión nacionalista por 'catalanizar' los símbolos valencianos

En la Comunidad se suele decir que hay tres aspectos que a un valenciano no se le puede tocar. Uno es que las Fallas son las mejores fiestas de España por mucho que uno odie el ruido ensordecedor, no le gusten los petardos o le estresen las multitudes.

Otro es que la paella es paella, con su receta tradicional, y lo demás es 'arroz con cosas', mientras que el tercero hace referencia a la indignación de un valenciano cuando, de manera convencida o para hacerle rabiar, se le dice que es un catalán del sur.

Así, las dos últimas circunstancias se puede decir que se dan de pleno en uno de los capítulos de estreno de la popular serie Los Simpson, cuya última temporada se ha estrenado en una plataforma de pago.

En una escena se ve al patriarca de la familia, Homer, cocinando lo que él mismo define una paella. Sin embargo, a medida que avanza la secuencia salta a la vista que el plato que está preparando poco tiene que ver con el más icónico de la gastronomía nacional.

Entre los ingredientes se encuentra el chorizo –quizás el más detestado por los valencianos cuando ve variaciones de la paella y que Homer define como «vital»– mejillones, gambas y guisantes. Todo eso mezclado con el pollo que sí lleva la receta clásica.

Las Fallas o la Albufera, catalanas

Tampoco acierta con el arroz, ya que el tradicional es el que se cultiva en la propia Albufera de Valencia, mientras que el personaje de ficción reconoce que utiliza uno procedente de la localidad murciana de Calasparra.

Para aún más cabreo de los valencianos, uno de los comensales le da las «gracias por tan extraordinaria paella» y, para colmo, asegura que al comerla es como si estuviera «en Barcelona».

Es normal que esta clase de gazapos no lleguen más allá de la de un simple error o una ignorancia sobre la preparación de una receta en concreto. Sin embargo, la 'catalanización' de diversos símbolos propios de la Comunidad Valenciana por parte del nacionalismo catalán, lejos de ir menguando, es una constante que va en aumento.

Bajo el paraguas de los tan pretendidos como mitológicos 'Países Catalanes', son varios los casos al respecto consentidos, auspiciados y financiados con dinero público. El más gráfico quizás sea el de las Fallas.

Fiesta popular valenciana donde las haya, son un referente mundial. Quizás por ello, hacer creer que son catalanas sea uno de los principales anhelos del secesionismo. De hecho, entre las múltiples menciones a ello, destaca la de un portal cultural de la propia Generalitat de Cataluña.

Según www.culturcat.cat, el nombre de esta celebración es el de «Fiestas de San José» y, enmarcadas dentro de «Las fiestas del fuego», comparte origen catalán con las Hogueras de San Juan, que se celebran a lo largo y ancho de la provincia de Alicante coincidiendo con la onomástica del Apóstol.

Idénticamente sucede con el Museo Etnológico de las Culturas del Mundo, un centro dependiente del Ayuntamiento de Barcelona. En su interior se ha llegado a organizar, días antes del estallido de la pandemia del covid-19 en marzo de 2020, la exposición (en catalán) 'Fallas y Hogueras. Fuegos festivos en los Países Catalanes'.

Para Ribó, es una «polémica ajena»

Frente a ese intento de apropiación de algo tan simbólico en la Región como son las Hogueras y las Fallas, el alcalde Valencia, Joan Ribó –de Compromís– no salió en defensa de la historia de estas celebraciones, sino que se limitó a asegurar que era una «polémica ajena» al Ayuntamiento de la ciudad.

Hay otros campos en los que el nacionalismo, como ideología insaciable que es, sigue inmiscuyéndose en la Comunidad Valenciana.

De este modo, escritores regionales de la talla de Ausias March, Vicente Andrés Estellés o el propio Joanot Martorell con su obra cumbre Tirant Lo Blanch, son a ojos de los separatistas, como exponentes de la cultura catalana y así lo defienden y proclaman.

Incluso San Vicente Ferrer, patrón de Valencia, también ha sido 'catalanizado' y su vida se estudia en Cataluña bajo los parámetros propios del nacionalismo.

En la página web anteriormente citada, que no la creó Pere Aragonès ni Carles Puigdemont, sino el exministro y expresidente socialista de la Generalitat, José Montilla, lugares emblemáticos de la Comunidad también pasan a formar parte de los 'Países Catalanes peninsulares'.

Así, la alicantina Isla de Tabarca, las Columbretes en Castellón, el Parque Natural del Turia o, incluso, la propia Albufera están integrados en el marco mental nacionalista.

Esta obsesión secesionista por los símbolos se da con mayor intensidad en la Comunidad Valenciana y en las Islas Baleares y en ambos con el silencio pasivo y aportaciones presupuestarias de los gobiernos del PSOE de Ximo Puig y Francina Armengol, respectivamente.

La última muestra de la connivencia entre el tripartito formado por PSV-PSOE, Compromís y Unides Podem ha sido la participación activa de la Generalitat Valenciana de un evento eminentemente independentista.

Concretamente, se trata de la 44 edición del 'Aplec Excursionista dels Païssos Catalans', que se desarrollará del 2 al 6 de diciembre en el municipio alicantino.

En él, se pretende poner en valor, según sus propios organizadores, «el hecho unificador de una misma lengua y la conciencia y voluntad de pertenecer a una misma comunidad, con una larga historia común y unos rasgos culturales con raíces idénticas».

El apoyo del Gobierno regional se da también con otro doble patrocinio, tanto en el ámbito turístico como desde la propia Universidad Politécnica de Valencia, dependiente del Ejecutivo autonómico.

Sin embargo, esos tentáculos también sobrepasan los límites del pancatalanismo geográfico y, por ejemplo, consideran que personajes como Cristóbal Colón, Miguel de Cervantes o Santa Teresa de Jesús también fueron catalanes.