Joan Baldoví junto a Mónica Oltra en un acto de Compromís

Joan Baldoví junto a Mónica Oltra en la fiesta de Compromís a la exvicepresidenta valenciana
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Comunidad Valenciana  Otro golpe de Baldoví al feminismo: tras defender a Oltra se opone ahora a reformar la ley del 'solo sí es sí'

El candidato a la Generalitat Valenciana por Compromís votará «no» al cambio legislativo y prima la ideología frente a evitar las excarcelaciones de violadores y pederastas

La relación de Compromís con el feminismo es, cuanto menos, curiosa. Desde su fundación como coalición –anteriormente también lo hacía cada una de sus patas– sus integrantes han enarbolado sin cesar la defensa de las mujeres y lo han hecho con vehemencia. No obstante, son varios los ejemplos que dejan a los nacionalistas desnudos ante sus propias contradicciones al respecto.

La de más actualidad tiene como punto de anclaje la ley del 'solo sí es sí'. Ante la reforma del Código Penal que enmendará el proyecto original de la ministra de Igualdad, Irene Montero, el Partido Socialista y el PP han acordado reformar el sistema de penas que el texto contemplaba en un principio y que fue aprobado por el Congreso de los Diputados.

Sin embargo, la postura adoptada por Compromís y su único parlamentario nacional, Joan Baldoví, va a continuar siendo la de enrocarse en no tocar ni una coma del proyecto legislativo y, por tanto, intentar que siga tal como está hoy día.

Así lo confirmó ayer mismo, afeando a los socialistas su entendimiento con los de Feijóo y asegurando que esa «no es manera de hacer las cosas».

Aunque determinados medios de comunicación siguen empeñados en blanquear la figura de Baldoví, haciéndole pasar ante la opinión pública como un tipo moderado y dialogante, la realidad desmiente al nacionalista.

Sin perdón a las víctimas

En este caso, han primado de nuevo los criterios ideológicos y la supuesta legitimidad de la «mayoría progresista» en vez de fijarse en los datos que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) va actualizando periódicamente. Según los propios jueces, los beneficiados por la ley del 'solo sí es sí' rozan ya el millar entre agresores sexuales, violadores, pederastas y asesinos. De ellos, 104 han sido excarcelados.

Sin embargo, poco le han importado esos datos al diputado de Compromís, que ha defendido su «no» mañana jueves en el Congreso. En su intervención evitó cualquier atisbo o ademán de pedir perdón a las víctimas. Ni siquiera hizo lo mismo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con una disculpa tan a medias como forzada.

En cambio, lo que hizo Baldoví fue cargar de nuevo contra sus adversarios políticos con vistas a la presidencia autonómica, es decir, PSOE y PP. Cabe destacar que en ese terreno el diputado es todo un experto. En el último debate sobre el estado de la Nación solo dedicó unos segundos a hablar de los intereses valencianos por los casi dos minutos en los que se hartó de mencionar a Bárcenas.

Del mismo modo, lo referente a la ley del 'solo sí es sí' tampoco supone el estreno de Baldoví a la hora de anteponer la ideología al interés de las mujeres. Para encontrar antecedentes, tampoco hace falta ir muy atrás en el tiempo.

El parlamentario no dudó en significarse como uno de los más firmes defensores de la exvicepresidenta valenciana Mónica Oltra cuando el juez decidió imputar a esta por, presuntamente, tener conocimiento de los abusos sexuales de su marido a una niña de catorce años tutelada en un centro público y, presuntamente, encubrirlos.

Al igual que respecto al texto de Irene Montero, la estrategia de Baldoví en particular y de Compromís en general fue exactamente la misma: todo era culpa de una judicatura machista, retrógrada y fascista que obedece a una conspiración ultraderechista de alcance mundial cuyo único objetivo es eliminar a determinados partidos de izquierda.

Las instrucciones en los juzgados, las pruebas y evidencias, los sumarios y los juicios condenatorios, en opinión del nacionalismo valenciano –y de otras regiones y naciones– no son más que simples conjeturas sectarias heteropatriarcales.

Giuseppe Grezzi, orgulloso con su camiseta azotando a Rita Barberá.

Giuseppe Grezzi, orgulloso con su camiseta azotando a Rita BarberáGREZZI/TWITTER

Tan es así que el candidato a la Generalitat fue uno de los que con más entusiasmo bailó y cantó en la fiesta que la coalición le organizó a Oltra días después de su imputación. Aunque el caso se trata de abusos sexuales a una menor, Baldoví, Joan Ribó y tantos otros dirigentes de Compromís gozaron esa tarde.

De nuevo, ni una mención a Teresa, la niña víctima del marido de Oltra y, por contra, innumerables muestras de apoyo a la investigada. El mundo al revés. Se pasó del 'hermana, yo sí te creo' al 'imputada, yo sí te bailo'.

Si hay una figura a la que los nacionalistas han mostrado durante años especial odio e inquina esta es la de la difunta Rita Barberá. Tampoco se conoce muestra alguna de feminismo de verdad por parte de Baldoví hacia la exalcaldesa de Valencia. Y para ello tuvo ocasiones.

Una de ellas, seguramente desconocida para el público español en general, fue cuando el concejal de Movilidad del Ayuntamiento, Giuseppe Grezzi, posó orgulloso con una camiseta en la que, desde su bicicleta, le azotaba zurriagazos a la exregidora.

Lejos de provocar la condena unánime de los partidos políticos con representación municipal –e incluso sin ella–, lo que hubo fue la carcajada sin igual de Compromís, que vio en la acción de Grezzi, el polemista oficial de Ribó, una gracieta.

Por tanto, Baldoví, que opta a representar a los más de cinco millones de valencianos tras el 28 de mayo, lo hace con un balance feminista bastante pobre.

Su lógica política se reduce a: antes contra el PP que evitar excarcelaciones de violadores; si una de las nuestras puede haber encubierto abusos sexuales a una niña, da igual porque es una camarada y, finalmente, 'nosotros' podemos hacer todas las mofas que queramos sobre violencia de género porque para eso somos 'nosotros'.

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