Comunidad Valenciana El PSPV-PSOE, muy cerca de perder la Diputación de Valencia, la única gran institución que podía gobernar
En un giro de guión inesperado, un alcalde expulsado por Puig descarta apoyar a los socialistas y el popular Vicente Mompó ostentaría la presidencia
La política valenciana ha sido escenario de otra sorpresa notable y de nuevo el PSPV-PSOE ha sido el gran perjudicado. Si el 28 de mayo el bloque de centro-derecha obtuvo una mayoría absoluta más holgada de lo que las encuestas preveían y en la constitución de las Cortes vio como se quedaba sin uno de sus puestos en la Mesa, ahora el varapalo ha sido mayúsculo.
Tras unas tensas negociaciones, se ha confirmado que los socialistas están muy cerca de no presidir la Diputación de Valencia, la única gran institución que podían gobernar tras unas elecciones municipales y autonómicas catastróficas. El camino hasta llegar a este punto tiene todos los ingredientes. El Pleno, que todavía no se ha constituido, estará formado por trece diputados del Partido Popular y dos de Vox en uno de los bloques y doce del PSPV-PSOE y tres de Compromís en la izquierda. Es decir, empate entre ambos.
Para hacer decantar la Diputación de un lado u otro, todo dependía de Jorge Rodríguez, líder de Ens Uneix (Nos Une, en valenciano). Lo realmente paradójico es que Rodríguez es el actual alcalde del municipio valenciano de Onteniente y fue presidente del organismo provincial. Estuvo en el cargo como dirigente socialista hasta que fue imputado y detenido por corrupción en el marco del caso ‘Alquería’. En ese mismo momento, la dirección liderada por Ximo Puig, decidió echarle del partido.
Rodríguez, absuelto
Convencido de su inocencia, no abandonó la política y fundó la formación que a día de hoy es clave para la configuración del próximo Gobierno de la Diputación. De hecho, hace unas semanas, Rodríguez fue absuelto de los delitos por los que fue enjuiciado, aunque la Fiscalía ha recurrido la sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia.
Esta misma tarde, y después de días de intercambios de papeles, el exsocialista ha anunciado, en un giro de guión totalmente inesperado, que Ens Uneix no apoyará al candidato del PSPV-PSOE y se votará a sí mismo, por lo que el PP ostentaría la presidencia. Por si fuera poco, se da la circunstancia de que el aspirante del partido del puño y la rosa era Carlos Martínez Bielsa, alcalde de Mislata (Valencia), secretario provincial de la organización y al que todas las quinielas sitúan como sucesor de Ximo Puig este mismo otoño.
Ahondando en la tensión interna de su expartido, Rodríguez ha acusado a sus responsables autonómicos de «puentear» y «bloquear» al aspirante socialista, que ve cómo se le esfuma la Diputación como gran plataforma y aval para ser el próximo líder de la federación valenciana. En esta línea, también ha lamentado que «cada vez que ha habido una aproximación» hacia Bielsa, el equipo de Puig ha puesto «palos en las ruedas». «No nos fiamos de la palabra de un candidato al que boicotean sus compañeros», ha criticado abiertamente.
Más allá del contenido de las conversaciones entre los partidos, la maniobra de Rodríguez hay quien la analiza desde la perspectiva de una venganza -o, al menos, presión hasta el límite- a la dirección del Partido Socialista. Para defender esa postura habría un doble motivo.
Por una parte, el alcalde de Onteniente estaría enfadado con Puig porque todavía no le habría pedido perdón pública ni privadamente a raíz de su absolución. La otra razón sería el nombramiento de Rebeca Torró, quien fuera su mano derecha en la Diputación, como portavoz del PSPV-PSOE en las Cortes autonómicas.
Aunque todavía la institución provincial no se ha constituido, el PP cree que su candidato, Vicente Mompó, presidirá el organismo en cuestión de días. Aún así, tampoco se descarta una nueva vuelta de tuerca, que sería la enésima.