El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el próximo de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se saludan.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se saludan.EFE

Comunidad Valenciana  Mazón apuesta por la colaboración con otras comunidades frente al aislacionismo de Puig

El presidente valenciano teje alianzas con Andalucía, Murcia, Aragón y Madrid para tratar asuntos claves como agua y financiación, en contraposición a su antecesor, siempre socio de Aragonés y Armengol

El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, sigue dando pasos en su cometido al que se comprometió de dar la vuelta a la gestión de su antecesor en el cargo, Ximo Puig. Lo quiere hacer, y ya ha avanzado algo en el poco más de un mes que lleva el Gobierno autonómico funcionando, en todos los ámbitos de actuación. Así, en lo económico, los impuestos de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio en la región se eliminarán en cuestión de semanas en el marco de una reformar fiscal con un impacto de 1.750 millones de euros de corte liberal que contempla también la rebaja del IRPF «a todos los valencianos».

En lo social, los principales objetivos de la coalición del Partido Popular y Vox son el de reducir al máximo unas listas de espera en el sistema sanitario que baten récord tras récord, así como sacar la ideología de las aulas. En los ocho años del tripartito del PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos el adoctrinamiento y la imposición lingüística proclive hacia los postulados independentistas catalanes fueron las señas de identidad de la alianza. En esta línea, Mazón también llevará a cabo una política de ‘subvenciones cero’ hacia todas aquellas asociaciones secesionistas que con la izquierda se han beneficiado de trece millones de euros públicos.

Precisamente, la política territorial que el dirigente popular implementará tiene una doble vertiente. Por un lado, pondrá coto a las injerencias anexionistas que Puig quiso que tuvieran un papel determinante en la vida cotidiana de los más de cinco millones de ciudadanos en la Comunidad. Por otro, la Generalitat volverá a tener una política activa de colaboración con otras regiones de cara a reivindicar asuntos claves.

Puig, con Armengol y Aragonés

Las dos últimas legislaturas han estado marcadas por un aislamiento de otras comunidades autoimpuesto por Puig y sus socios nacionalistas y comunistas, solo roto cuando el motivo era tratar determinados temas con aquellos gobiernos con los que compartían ideario y fines, esto es, con la Generalitat de Pere Aragonés y con el Ejecutivo de la recién elegida presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol. Lo que les unía a los tres -ahora ya solo el catalán se mantiene en el poder- era consumar más pronto que tarde la meta última de los soberanistas, los ‘Países Catalanes’.

Por el contrario, Mazón ya ha garantizado que todo ello será historia. En lo referente al agua, uno de los problemas más acuciantes del Levante español, el mandatario ha marcado distancias con Puig y hará un frente común con el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, y con el de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. Con ello se busca revertir el daño sufrido y que seguirán sufriendo las provincias de Alicante, Murcia y Almería, que se han visto fuertemente perjudicadas por la decisión que a principios de año adoptó el Gobierno central de recortar el trasvase Tajo-Segura.

El apoyo de sus homólogos no le será en absoluto complicado de obtener. De hecho, ya cuenta con él porque esa unión fue efectiva cuando el presidente valenciano estaba al frente -hasta julio de este año- de la Diputación de Alicante y combatió en solitario ante la inacción de Puig le medida de Pedro Sánchez. Tan solo encontró respaldo en los que ahora son sus ‘colegas’.

Igualmente, esta sociedad a tres bandas también tiene otro frente en común abierto. Se trata de la financiación autonómica. Mazón, López Miras y Moreno llevan tiempo reivindicando que el sistema se ha de reformar con tal de que se acuerde un nuevo modelo más justo y equitativo, pero siempre se han topado con la negativa del Ejecutivo a tratar esta materia, consciente de que es más que delicada y podría derivar en tensiones entre territorios, algo nunca recomendable cuando se tiene un escenario tan complicado como es la aritmética en el Congreso de los Diputados. Aún así, desde la Comunidad Valenciana, Andalucía y la Región de Murcia, aseguran sus presidentes, se seguirá exigiendo.

Isabel Díaz Ayuso, con Mazón, Catalá y Mompó.

Isabel Díaz Ayuso, con Mazón, Catalá y Mompó.C.L.

Otro de los rasgos de la ejecutoria de Puig han sido sus continuos ataques a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Este hecho hasta 2020 era esporádico, pero a raíz de la pandemia se convirtió prácticamente en una obsesión. Los reproches y críticas eran constantes por su gestión sanitaria, aspecto cuanto menos llamativo teniendo en cuenta que bajo el mandato de la popular se construyó el hospital Isabel Zendal en tan solo tres meses, un registro inédito hasta la fecha. En cambio, un desbordado y saturado Puig instaló un hospital de campaña sin licencia junto a La Fe de Valencia del que se desprendió una parte de su techo, obligando a trasladar de urgencia a aproximadamente una veintena de pacientes ingresados por covid.

Eje Comunidad Valenciana-Madrid

Con la intención de levantar los puentes volados por Puig, Mazón y Ayuso han expresado en más de una ocasión su deseo de relanzar el «eje Comunidad Valenciana-Madrid» porque, según la dirigente, cuando ambas regiones han ido «juntas» han hecho «historia», por lo que apuntalar esa colaboración lo considera algo «importantísimo». «Hagamos historia y vivamos nuestros mejores años. Que merezca la pena la vida, porque si se vive con el corazón de ser españoles, todas las batallas merecerán la pena», señaló la madrileña en un mitin en Valencia durante la campaña de las elecciones generales.

El último aliado autonómico que Mazón ha sumado a su causa de alianzas ha sido Jorge Azcón, que el pasado 10 de agosto fue investido como nuevo presidente de Aragón. En los momentos previos a la ceremonia de toma de posesión de su «compañero y amigo», el jefe del Ejecutivo valenciano se mostró «muy contento» de que en la región vecina el «cambio» se haya «puesto en marcha». En esta línea, también expresó su seguridad acerca de que con la llegada del exalcalde Zaragoza vuelvan a coger impulso proyectos compartidos, por lo que elevó a Aragón a la categoría de socio prioritario.

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