Comunidad Valenciana La alcaldesa de Valencia eliminará elementos laicos en la Cabalgata de Reyes para priorizar personajes bíblicos
El Ayuntamiento de Valencia avanza así en cerrar la etapa ideológica de Ribó, con desfiles con personajes inventados y una mínima expresión de motivos religiosos
En su toma de posesión como nueva alcaldesa de Valencia el 17 de de junio, María José Catalá se propuso sacar la «ideología» del Ayuntamiento como una de las herramientas para dar carpetazo a la gestión que llevó a cabo Joan Ribó al frente de la coalición entre Compromís y el PSPV-PSOE. Durante los cuatro meses que lleva en el cargo, el equipo de gobierno municipal ha dado pasos en esa dirección en asuntos como la movilidad o los impuestos, pero el catálogo sobre el que actuar es más extenso.
Así, una de las señas de identidad del Ejecutivo de nacionalistas y socialistas fue un desprecio continuo a las tradiciones católicas, en todo momento intentando desnaturalizándolas y arrinconándolas en favor del laicismo imperante en la izquierda. Muestra de ello es que, por ejemplo, el exregidor felicitó un año la Navidad sin nombrarla y aludiendo a términos genéricos como «buenas fiestas» o incluso el «solsticio de invierno», mientras que otro lo hizo con una postal más propia de una película de terror que de la fiesta cristiana por antonomasia.
La próxima Navidad será bien distinta, puesto que el Ayuntamiento ha anunciado su intención de recuperar la esencia de la celebración, así como su escenografía y puesta en escena. Este aspecto afecta de pleno a la Cabalgata de Reyes. Mientras Ribó fue alcalde, este espectáculo dedicado a los niños dio un giro de 180 grados, caracterizado por intentar desligarlo de su carácter religioso. Para ello, no dudó en convertirlo en algo laico, con personas que poco o nada tenían que ver con el relato bíblico e introduciendo otros inventados para sustituir a las imágenes católicas.
Habrá tres Nacimientos
A partir de 2024 esto será historia y figuras ficticias como el Señor Carbón, una suerte de minero que castigaba a los niños que se habían portado mal durante el año anterior, el paje Miquel, Dolça y la fábrica de caramelos o la astrónoma Perseida no recorrerán las calles de Valencia el 5 de enero. No lo harán a pesar de que la versión de la concejala del PSPV-PSOE Nuria Llopis es que este tipo de pasacalles contribuía a aunar el «relato propio valenciano» con las «figuras tradicionales». De hecho, va más allá y asegura que esos «cambios han dignificado esta actividad clave de las Navidades» en la ciudad de Valencia.
Por el contrario, Catalá impulsará una vuelta a la tradición y priorizará los elementos y personajes que aparecen en las Sagradas Escrituras y con los que niños de toda España y de cualquier edad han crecido. De ese modo, de nuevo tendrán protagonismo el Niño Jesús, la Virgen María, el Ángel Anunciador o el Rey Herodes, siempre abucheado por los asistentes.
En esta línea, también habrá novedades en lo que respecta a los Nacimientos. Hasta la llegada de Ribó, había uno en la plaza del Ayuntamiento, frente al balcón. No obstante, por decisión propia y provocando el cabreo de multitud de vecinos decidió trasladarlo hasta la plaza de la Reina, a unos quinientos metros y mucho menos transitada en Navidad que la que alberga el edificio consistorial. Para revertir ese agravio, la alcaldesa instalará dos más. Es decir, mantiene el que su antecesor movió, devolverá uno a la plaza municipal y también se podrá visitar un tercero dentro del Ayuntamiento, concretamente en el Salón de Cristal.
Especialmente molesto por la decisión del PP se ha mostrado el que fuera casi ocho años el concejal de Fiestas durante la alcaldía de Ribó, Pere Fuset. Siendo pesimista, se teme –a pesar de que los pliegos para el evento todavía se están «elaborando»– que la idea de Catalá es la de «destruir lo avanzado por Compromís sin justificación como se puede entender ya de afirmaciones y silencios». «Quieren cargarse un modelo de Cabalgata de Reyes artístico y consolidado que nadie cuestionó y toda la sociedad aplaudió», sostiene el nacionalista.
Adiós a las 'Magas Republicanas'
Llama la atención la alusión a un supuesto entusiasmo social cuando fue el propio Compromís quien ordenó que no desfilaran, entre otras, las carrozas de los equipos de fútbol del Valencia y el Levante por ser entidades privadas, obviando que eran las más aclamadas por los niños. La razón que puso fue que los populares habían implementado un modelo de Cabalgata de Reyes «sin personalidad y más parecido a un rally de coches que a un desfile de creatividad e ilusión en la noche más mágica».
Una vez finalizada la Navidad, el entusiasmo y la emoción volvían a Joan Ribó de la mano de las denominadas 'Magas Republicanas'. Este pintoresco espectáculo el exalcalde lo defendió como una tradición, aunque lo cierto es que tan solo se celebró en 1937. En un principio, el motivo oficial era el de intentar que los niños desconectasen de la Guerra Civil, pero la realidad fue bien distinta, ya que fue una maniobra de propaganda a favor del Frente Popular y la Unión Soviética, con pancartas y figuras ensalzando a Manuel Azaña, Largo Caballero o al tirano Iósif Stalin.
Al igual que con la discriminación a la Cabalgata y a los Nacimientos, el Ayuntamiento también acabará con esta performance –este año las 'Magas' hablaron a los niños sobre cambio climático– y para ello no renovará la subvención de 25.000 euros con la que el de Compromís solía agraciarles. Por último, se da la circunstancia de que la puesta en marcha de este desfile corre –o corría– a cargo de la Sociedad Coral El Micalet, habitual organizadora de otros actos proclives al independentismo catalán y a la instauración de los 'Países Catalanes' y que, por ende, dejará de percibir junto a otras entidades similares fondos públicos, no solo del Consistorio levantino, sino también de la Generalitat Valenciana que preside Carlos Mazón.