El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un mitin en Valencia
Los cinco deberes pendientes de Sánchez en la Comunidad Valenciana
El presidente del Gobierno debe abordar durante la legislatura varios asuntos de calado que afectan de lleno a la región mientras Mazón trata de hacer un frente común para reivindicar la «agenda valenciana»
La atípica legislatura que acaba de comenzar está marcada por los acuerdos del presidente del Gobierno con los partidos nacionalistas y separatistas catalanes y vascos. Más allá de la amnistía a los encausados por el procés, el peaje de Sánchez para su investidura incluye un nutrido listado de concesiones a Cataluña y el País Vasco: desde la cesión de competencias hasta la condonación de un buen pellizco de la deuda autonómica catalana.
En este contexto, el resto de comunidades autónomas, especialmente las que no gobierna el PSOE –forzadas a transigir– reclaman a su vez multitud de medidas para no quedarse atrás respecto a las privilegiadas por el secretario general socialista y sus socios de Sumar. Y entre todas ellas destaca el caso de la Comunidad Valenciana, que se ve especialmente agraviada respecto a sus vecinos del norte en multitud de aspectos.
Es por ello que desde el Ejecutivo autonómico que encabeza el dirigente 'popular' Carlos Mazón ya han enumerado su serie de reivindicaciones principales al Gobierno central para los próximos años; si es que Sánchez logra una estabilidad suficiente para permanecer en el Palacio de la Moncloa durante los cuatro previstos.
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, en Las Cortes Valencianas
Todo con el fin de no limitarse a «recoger las migajas de lo que otros han conseguido a través del chantaje», como apuntó el pasado miércoles durante su intervención en la sesión plenaria de las Cortes, en la que criticó durante los «tratamientos singulares» hacia los catalanes, principalmente en lo concerniente a la condonación 15.000 millones de la deuda autonómica contraída por Cataluña con el Estado. Mazón esperaba poder crear una «estrategia común» con todos los partidos de la región, a los que había citado este miércoles a una reunión para defender la «agenda valenciana», pero solamente ha logrado el apoyo de su socio de Gobierno, Vox.
Reforma del modelo de financiación
Uno de los temas encima de la mesa es el de la financiación y la deuda. Cataluña es la región que más debe a las arcas generales, seguida por la Comunidad Valenciana, lo que se traduce en que cada catalán deba casi lo mismo que cada valenciano –casi 11.000 euros por cabeza–, pero de confirmarse lo sellado por el líder del Ejecutivo con ERC, los valencianos encabezarán ese ranking. Por tanto, el primer deber de Sánchez con la Comunidad Valenciana será el de acometer la reforma del sistema de financiación autonómica. Y más aun en el caso de la región, donde todo el espectro político coincide en que lleva décadas estando infrafinanciada.
Los otros cuatro asuntos pendientes los fijó hace unos días la consejera de Hacienda y portavoz del Gobierno regional, Ruth Merino, y son de sobra conocidos todos ellos por los valencianos: la ampliación del Puerto de Valencia, el apoyo al sector cerámico y solucionar el problema del agua y las infraestructuras, especialmente el Corredor Mediterráneo.
Ampliación del Puerto de Valencia
Imagen aérea del Puerto de Valencia.
El Gobierno de Sánchez debe abordar la aprobación de las obras de ampliación de la terminal norte del Puerto de la capital levantina, al que se oponen tanto desde Compromís como desde Cataluña, por la competencia directa que ejerce sobre el Puerto de Barcelona.
Este tema lleva enquistado desde hace meses y el 'sí' a la expansión cuenta con el apoyo de todas las administraciones locales y de las empresas implicadas. Ahora el nuevo titular de la cartera de Transportes, Óscar Puente, tiene en su mano avanzar en este asunto de vital importancia para la economía valenciana.
Apoyo al sector cerámico
El sector cerámico emplea solo en Castellón a más de 70.000 personas de forma directa y exporta sus productos a más de 180 países, pero hay varios factores que afectan sobre su desarrollo, como los trámites administrativos, especialmente las autorizaciones ambientales integradas.
Salomé Pradas, en Castellón, con el clúster cerámico
Pero también otros de ámbito mundial, que repercuten en tierras castellonenses, como señalaba recientemente la consejera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, Salomé Pradas, quien apuntaba a que los años 2022 y 2023 «pasarán a la historia como los ejercicios en los que los costes de producción han devorado los beneficios empresariales ante la pasividad del Gobierno central», en referencia, sobre todo, al precio de la energía.
Como recordaba Pradas en una visita a Castellón hace unos días, el Ejecutivo de Mazón ha aprobado 21 operaciones por un importe conjunto de 26 millones de euros a través de las cuatro líneas de financiación habilitadas por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), pero las ayudas anunciadas por el Gobierno central «son insuficientes».
Varias comunidades implicadas
Los últimos dos deberes pendientes de Sánchez en la región afectan también a otras comunidades, por lo que debe tratar de contentar a varias partes. Uno de ellos es el problema del agua, que se produce cuando el Gobierno ha recortado el trasvase Tajo-Segura, ejecutado en virtud de motivaciones políticas e ideológicas, según los regantes, y ondeando la bandera de la lucha contra el cambio climático. Este trasvase abastece a las provincias de Alicante, Murcia y Almería, que reclaman un «reparto justo» ante el déficit hídrico.
Por último, aunque no menos importante, el Gobierno de Mazón reclama al de Sánchez que acometa las infraestructuras que necesita la región, comenzando por el Corredor Mediterráneo, que unirá por ferrocarril Algeciras con la frontera con Francia y del que todavía falta por construir y adaptar buena parte de su tramo. Esta obra lograría dar un enorme espaldarazo a las exportaciones española hacia Europa, por lo que su importancia es estratégica.
