Comunidad Valenciana
Tensión en las Cortes Valencianas: el PSOE denuncia una «agresión» del vicepresidente tras acusarlo de censor
El socialista José Chulvi le entregó a Barrera un diploma de «Censor de Honor», un gesto que recriminó con dos ligeros toques en la solapa de la chaqueta que han servido a los socialistas para tacharlo de «ultra»
Tenso momento el vivido en las Cortes Valencianas durante el Pleno en que se debatían las enmiendas presentadas por los distintos grupos parlamentarios a los Presupuestos de la Generalitat, los primeros elaborados por la coalición de gobierno del Partido Popular y Vox. Durante la sesión, uno de los primeros diputados que hizo uso de la palabra fue José Chulvi, del PSPV-PSOE.
En su intervención, cargó contra el Consell liderado por Carlos Mazón en general y sobre la gestión del vicepresidente primero y consejero de Cultura, Vicente Barrera, en particular. Lo hizo para criticar la política que está llevando a cabo desde que tomó posesión en el mes de julio y que ha supuesto un antes y un después respecto a la que diseñó el tripartito de izquierdas previo.
Volvió más de media hora después
De este modo, le echó en cara a Barrera que su departamento haya retirado cualquier tipo de subvención a entidades anexionistas que promueven la implantación de los 'Países Catalanes' y cuyos postulados contradicen el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana. Igualmente, que en estos meses haya habido cambios de nombres de auditorios o que, entre otros aspectos, se haya dejado de rendir culto institucional a figuras culturales que abogaban por la unidad lingüística entre el valenciano y el catalán.
Fue entonces cuando Chulvi, durante la sesión del martes, mostró un falso diploma que catalogaba al vicepresidente como «Censor de Honor» de la región. El turno del parlamentario socialista terminó sin más y el Pleno continuó con total normalidad. Sin embargo, parece ser que el PSPV-PSOE esperaba más de un chascarrillo que apenas despertó alguna carcajada tan aislada como corporativa.
Así, más de media hora después de haber subido a la tribuna de invitados, los compañeros de Chulvi le invitaron a entregarle en mano la cartulina al número dos del Ejecutivo autonómico. Obediente, se levantó de su escaño y se dirigió al de Barrera para cumplir con la misión encomendada. El gesto en absoluto fue del agrado del aludido, que se lo recriminó a pocos centímetros de distancia y pidiéndole que volviera a su asiento.
En esos instantes la bancada socialista lanzó gritos contra la actitud de Barrera, que se tornaron en expresiones como «chulo» cuando le dio un par de ligeros toques en la solapa de la chaqueta, algo que para el PSPV-PSOE fue una «agresión» fruto del comportamiento «ultra» de Barrera a pesar de que no pasó a mayores y que el momento fue provocado por el propio Chulvi.
La incomodidad era visible y buena muestra de ello fue la cara que puso la vicepresidenta segunda de la Generalitat, Susana Camarero, que en el escaño de al lado del de Vox hizo una mueca de desaprobación ante la insistencia de socialista que, lejos apaciguar los ánimos, se fue rechazando darle la mano al consejero.