Mazón pone encima de la mesa casi 20 millones de euros antes de su reunión con Ribera sobre «déficit hídrico»

El Gobierno de Carlos Mazón anunciaba esta semana inversiones en infraestructuras hídricas en la Comunidad Valenciana por valor de casi 20 millones de euros. Casualidad o no, la noticia de estas obras se producía pocos días antes de que el presidente autonómico se reúna en Madrid, este lunes, con la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, elevando, así, la presión sobre el Ejecutivo central para que agilice los proyectos pendientes en esta materia.

En el encuentro, el dirigente 'popular' pondrá encima de la mesa de la ministra, además del desembolso, varios de los elementos clave de la situación del abastecimiento de agua en la región para, con «diálogo y rigor», según sostenía la semana pasada, poner fin «a la deuda hídrica de la Comunitat Valenciana y solucionar las necesidades de agua de una región que es ejemplo de reutilización, depuración y solidaridad».

Este viernes, el jefe del Consell anunciaba que renovaría y mejoraría el sistema de depuración de aguas de Benidorm por un montante de 14,5 millones de euros, en la que será «la mayor inversión de la Generalitat en materia de depuración de aguas en la Marina Baja en las últimas décadas», según aseveraba. Una obra que se realizará con el horizonte de convertir a la Comunidad Valenciana en una tierra de «vertidos cero» en materia hídrica. En este sentido, apuntaba a que la comunidad autónoma es líder en reutilización del líquido elemento, «al reciclar el 40 % del agua de toda España».

Este sábado, la consejera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, Salomé Pradas, ponía más carne en el asador –o más agua en las tuberías, en este caso–, avanzando otra inversión, de 4,5 millones de euros, para renovar el sistema de suministro de agua de los municipios del Bajo Maestrazgo de Canet lo Roig, La Jana y Traiguera, en Castellón, a través de un sistema de bombeo que funciona con energía solar y que «mejorará el servicio y la calidad del agua».

Dos obras con las que el Ejecutivo regional quiere evidenciar la «ejemplaridad de la Comunitat Valenciana en el uso del agua». «Estamos en la legítima defensa, desde la autoridad moral, de haber hecho bien los deberes, de exigir que se solucionen los problemas», apuntaba el viernes, tras reunirse con una representación de la comunidad de regantes de la región. Durante la misma, destacó «la solidaridad dentro de nuestro territorio con el trasvase Júcar-Vinalopó», que se suma al visto bueno de Mazón al plan del Gobierno de transportar agua desde Sagunto a Barcelona bajo el lema de que en España «el agua es de todos».

«Recortes ideológicos»

Para Mazón, sus políticas hídricas contrastan con las del Gobierno de Pedro Sánchez, con medidas como «los recortes ideológicos al trasvase Tajo-Segura», como afirmaba durante el encuentro con los agricultores. El político 'popular' recordaba al respecto que existe una «deuda de 200 hectómetros cúbicos. Una cantidad que en términos económicos equivale a 791 millones de euros de valor añadido bruto que han perdido los regantes de la cuenca del Segura».

Por todo ello, el dirigente alicantino reclamará a Ribera las obras pendientes de modernización en esta materia que el Gobierno debe ejecutar en la región. Unos trabajos que «nos tienen que ayudar a seguir reutilizando y ser sostenibles, especialmente para las provincias de Valencia y Castellón». A falta de más detalles, sus reclamaciones a la ministra del ramo pasarán por «trasvasar lo que corresponde, no desalinizar masivamente, porque es perjudicial, tratar los acuíferos como corresponde y hacer las obras que están pendientes».