Los agricultores denuncian el desembarco en Valencia de otras 11.000 toneladas de arroz importado
Hace escasos días ya advirtieron de la entrada de un carguero con 25.000 toneladas de este cereal, que se amontona en sus almacenes
La asociación agraria La Unió denuncia que en apenas tres días diversas empresas arroceras españolas y valencianas han importado de países asiáticos y descargado en sus almacenes valencianos alrededor de 36.000 toneladas de arroz, un tercio de la producción autóctona de la Comunidad Valenciana que se sitúa en una franja de entre las 100.00 y las 130.000 toneladas anuales.
Este hecho contrasta con la situación que viven los arroceros valencianos que comprueban como los almacenes están repletos de arroz producido en la Comunidad Valenciana que no tiene salida comercial ante la ralentización de las compras.
La Unió informa que el pasado lunes descargó en el Puerto de Valencia otro barco con 11.000 toneladas de arroz importado desde Myanmar (antigua Birmania). La mercancía iba dirigida a la empresa Arroz La Fallera. El buque se llama Se Marina, salió el pasado 15 de enero desde ese país del sudeste asiático y todavía se encuentra hoy en las instalaciones portuarias de Valencia.
Esta nueva entrada de arroz que denuncia La Unió se suma a la ya denunciada de la pasada semana en el Puerto de Sagunto con un barco que contenía 25.000 toneladas de arroz procedente del sudeste asiático e importado y distribuido por grandes empresas arroceras españolas y valencianas. Las empresas receptoras de ese primer envío eran La Fallera, Arroz SOS, Arroz Dacsa y Arcesa (La Perdiz).
El sector arrocero de La Unió decidirá en los próximos días, una vez pasadas las Fallas, la convocatoria de acciones de protesta ante esas empresas importadoras y distribuidoras. «Los arroceros valencianos estamos hartos de esta situación, mientras las importaciones aumentan además por empresas de aquí, la campaña está parada con precios van a la baja y los costes de producción del cultivo siguen por las nubes, lo que se traduce en una merma importante de nuestra rentabilidad», señala.
«Presumen de valencianía»
La Unió critica estas importaciones por parte de grandes empresas que se jactan en algunos casos incluso de valencianía con anuncios, patrocinios e imágenes icónicas, pero a la mínima optan por el arroz importado de otros países. «Mientras nuestros almacenes están llenos porque las grandes empresas arroceras no quieren pagar un precio digno y justo aquí por el arroz, con estas importaciones lo que pretenden y consiguen es presionar a la baja el precio del arroz local. Preferimos que dejen de alardear públicamente de una supuesta valencianía para vender más y apuesten verdaderamente por los arroces valencianos y por sus productores», dice.
«Hay que dar mayor transparencia a los consumidores indicando de forma clara la procedencia del arroz y además los supermercados deberían ser los primeros en exigir a sus proveedores el origen y no solo el lugar de envasado y hacer una apuesta clara por el producto de proximidad y por las denominaciones de origen», afirma La Unió.
Estas importaciones provienen fundamentalmente de Malasia, Camboya y Myanmar, grandes países asiáticos productores, que no cumplen además con los estándares europeos de producción y de uso de los productos fitosanitarios. Precisamente esta misma semana la Unión Europea ha restablecido la cláusula de salvaguardia, mediante un reglamento publicado ayer en el DOUE, con aranceles aduaneros a las importaciones de arroz índica de Camboya y Myanmar, para paliar sus efectos sobre la producción comunitaria.
Estos aranceles se aplican desde hoy tras una investigación de la Comisión Europea en la que se indica que «el arroz de esos dos países asiáticos se importó a precios y volúmenes que provocaron dificultades considerables para la industria arrocera comunitaria. La Unió viene reiterando la necesidad de establecer medidas de salvaguarda contra el arroz procedente de esos países.
«Confiamos en que esos nuevos aranceles sirvan para que las empresas desistan de su intención de comprar producto de fuera y opten por el autóctono para que numerosas familias puedan vivir del cultivo y también para mantener el medio ambiente en el entorno del Parque Natural de la Albufera», indica.