Valencia  La factoría de Ford en Almusafes, un ejemplo de política de Estado y de colaboración entre administraciones

El actual contexto de polarización y de permanente lucha electoral ha llevado a que las administraciones que son de diferente color político estén embarradas en una constante pugna institucional y dialéctica con tal de hacer llegar a la opinión pública los mensajes de los partidos que las sustentan. Sin embargo, hay ocasiones, quizás menos de las deseadas, en que ese clima no aparece, dejando paso, pues, a un tan atípico como envidiable tiempo de colaboración entre los distintos actores públicos.

En la Comunidad Valenciana se pudo ver un ejemplo de ello el pasado mes de diciembre cuando el ministro de Transportes, Óscar Puente, desembarcó en la capital del Turia para anunciar el tan ansiado desbloqueo de las obras de ampliación del Puerto levantino, unas actuaciones vitales para el porvenir económico, logístico y social no solo de la ciudad, sino también a escala regional y nacional.

En este sentido, el futuro de la factoría de la automovilística Ford en la localidad valenciana de Almusafes está siendo una muestra más de que los diferentes gobiernos implicados aúnan esfuerzos y dejan a un lado colores políticos y siglas. La planta no está pasando por su mejor momento, acumulando sucesivos Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y sufre una drástica reducción en lo que a producción y número de trabajadores se refiere.

«Presente y gran futuro»

Aún así, los ejecutivos central y autonómico, el primero del PSOE y Sumar y el segundo del Partido Popular y Vox, han puesto de manifiesto que una actividad como esta, que aporta hasta el 8 % del Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunidad y que paga mensualmente más de 25.000 nóminas, no puede dejarse caer. De este modo, ante la reunión que este pasado miércoles los jefes mundiales de la compañía mantuvieron con los representantes de Almusafes y sindicales, la estrategia era única e inequívoca.

Así se encargó de avanzarlo el ministro de Industria, el catalán Jordi Hereu, quien pocos días antes de la crucial cita ya señaló que su departamento en particular y el Gobierno en general iban a centrar sus esfuerzos en «ayudar» a que la fábrica pudiera seguir siendo un referente en la electrificación de vehículos, ya que tiene «presente y un gran futuro».

No surtió mal efecto esa postura, ya que Ford anunció que en el municipio valenciano se producirá un nuevo modelo de un coche, previsiblemente eléctrico o híbrido, lo que permitirá que en la planta se pueda mantener la «suficiente carga de trabajo» durante los próximos años, algo que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, no tardó en valorar positivamente por tratarse de una «magnífica noticia» que viene a complementar la inversión de Volkswagen en Sagunto con su gigafactoría de baterías eléctricas y cuya obra ya está en marcha.

Igualmente, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, calificó como «excepcional y magnífico» el compromiso adquirido por la firma norteamericana con la Comunidad Valenciana, puesto que «consolida el ecosistema de la automoción» en la región, a la vez que refuerza «el nivel de trabajo y la apuesta por una planta fundamental para el sector del automóvil».

En esta línea, el jefe del Consell reconoció el «esfuerzo de todas las administraciones» en aras de consolidar un proyecto que han construido «juntos», más allá de intereses partidistas, y que es «muy importante mantenerlo». «Se ha trabajado durante mucho tiempo con discreción y eficacia», subrayó el mandatario autonómico tras conocerse la noticia.

Por último, Mazón subrayó que ese esfuerzo conjunto alejado de la disputa electoral ha beneficiado a «la transformación tecnológica y el capital humano de la planta de Almusafes», puesto que se ha reconocido que la factoría está «capacitada para asumir la producción de nuevos vehículos» de una manera «altamente competitiva, sostenible e innovadora».