Las alegaciones de Ayuso contra el recorte al trasvase Tajo-Segura afianzan el eje Madrid-Valencia
La presidenta madrileña y Carlos Mazón tienen una gran sintonía política e institucional, algo que también se da entre José Luis Martínez-Almeida y María José Catalá
El recorrido legal y administrativo producido a raíz de que el Gobierno central recortase hace más de un año el trasvase Tajo-Segura sigue sumando etapas. La última ha sido la presentación de alegaciones por cuatro autonomías conjuntamente. Se daba por hecho que la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y Andalucía iban a optar por ese camino, pero la sorpresa ha saltado cuando a ellas se ha unido la Comunidad de Madrid, presidida por Isabel Díaz Ayuso, para reclamar al Ejecutivo la continuidad de la infraestructura.
Esta decisión ha molestado sobremanera al Gobierno de Castilla-La Mancha del socialista Emiliano García-Page, que ve cómo estos cuatro mandatarios han conformado un frente común. De hecho, su portavoz, Esther Padilla, lo ha calificado de «ofensa». Sin embargo, más allá de lo que son cuestiones hídricas, el gesto de la 'popular' afianza el eje Madrid-Valencia en lo institucional y político, una relación deteriorada bajo los mandatos de Ximo Puig y que se ha revitalizado tras las elecciones del 28-M.
Si con el tripartito del PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos en el Palau de la Generalitat los reproches a Ayuso eran una constante, Carlos Mazón le ha dado la vuelta a la situación y ha optado por una alianza con la madrileña para, según dijo en una cumbre empresarial entre ambos territorios a finales de 2023, forjar un «eje de futuro» que asegure la «prosperidad» de las dos comunidades, cuya población conjunta es el 26 % del total nacional.
Sintonía entre Almeida y Catalá
Esta línea de colaboración impulsada por Mazón y Ayuso trasciende los aspectos meramente domésticos y alcanza materias de índole nacional. Una de ellas es la amnistía, criticada tanto por la madrileña como por el alicantino. Otra senda de actuación común es la fiscal, basada en una bajada de impuestos, alejando el mantra del dumping fiscal tan manido por los partidos de izquierdas y apostando por el alivio en los bolsillos de los ciudadanos porque, en palabras de Mazón, «cuando otro territorio de España es competitivo y se hace atractivo, no se llora: se compite con él».
A nivel local, la sintonía entre los alcaldes de Madrid y Valencia también es total. De este modo, José Luis Martínez Almeida y María José Catalá ya en la campaña de los últimos comicios municipales lo demostraron. Tanto es así, que el inquilino del Palacio de Cibeles se comprometió a organizar en la capital de España una mascletà, como sucedió en el mes de febrero, dos semanas antes de que las Fallas comenzaran de manera oficial.
Previamente, y con el espectáculo pirotécnico como telón de fondo, los dos regidores firmaron un protocolo de promoción turística entre ambos ayuntamientos en aras de relanzar el vínculo que une a la primera y a la tercera ciudad del país que, cabe recordar, están conectadas por AVE y otros trenes de alta velocidad en un viaje que no llega a las dos horas de duración.
Según afirmó en su momento Martínez-Almeida, la Comunidad Valenciana « es el destino favorito de los madrileños para pasar unos días y desconectar», un aspecto que no solo se ve en los meses de verano y en temporada alta, sino a lo largo de todo el año. Por su parte, para Catalá, la comunicación y colaboración institucionales con Madrid sirve para generar una «alianza sólida» que hará, al igual que con Mazón y Ayuso, que ambos territorios «vayan de la mano por España» en busca de «un gran futuro esperanzador».