Ingresa en prisión un depredador sexual en serie por abusar de ocho niñas en Valencia
El reo convencía a las víctimas para que no contaran nada de lo sucedido a sus progenitores, haciéndoles creer que se trataba de un juego secreto entre ellos
Un hombre, miembro destacado en una asociación de carácter religioso de Valencia, ha sido detenido y ha ingresado en prisión por presuntamente abusar de ocho niñas, según fuentes de Jefatura de la Policía Nacional de la capital del Turia.
El hombre, de origen paraguayo, ya fue detenido en julio del pasado año en una localidad de la comarca valenciana de l'Horta como presunto autor de la agresión sexual a tres menores de edad a las que supuestamente realizó tocamientos, y otros dos delitos de exhibicionismo y provocación sexual por mostrar contenido pornográfico, incitar a prácticas sexuales y masturbarse delante de dos niños.
Recientemente han aparecido dos nuevas supuestas víctimas del hombre, con lo que ha sido arrestado de nuevo y puesto a disposición del juez, quien ha ordenado su ingreso en prisión, tal y como ha adelantado Levante-EMV. La investigación inicial se inició tras tener conocimiento los agentes que dos hermanas, una de ellas menor, podrían haber sido agredidas sexualmente por un varón amigo de la familia. El hombre habría comenzado a agredir a la mayor de ellas cuando él era también menor de edad y la víctima apenas tenía cinco años, sometiéndola a tocamientos durante más de diez años.
Exhibicionismo y provocación sexual
Asmismo, los agentes averiguaron que la otra hermana también habría sufrido este tipo de conductas en varias ocasiones aprovechando que el hombre recogía a la niña del colegio cuando su madre trabajaba, quedándose con ella a solas en el domicilio.
En el marco de la investigación, los agentes tuvieron conocimiento de otra agresión sexual cometida por el investigado a otra menor, así como de otro hecho también de índole sexual ocurrido con dos jóvenes cuando estos también eran menores, donde al parecer, el hombre les habría mostrado contenido pornográfico incitándoles a realizar prácticas sexuales mientras se masturbaba.
El hombre aprovechaba su condición de miembro destacado en una asociación de carácter religioso de la capital del Turia para ganarse la confianza de los menores y se valía de la relación de amistad que existía entre su familia y la de estos últimos para acercarse a ellos sin levantar sospechas.
Igualmente, gracias a la diferencia de edad con las víctimas y la inmadurez de estas debido a su corta edad, la mayoría entre los cinco y los ocho años, se garantizó por un lado una escasa resistencia, y por otro el anonimato, ya que las convencía para que no contaran nada de lo sucedido a sus progenitores, haciéndoles creer que se trataba de un juego secreto entre ellos.
Las agresiones se prolongaron durante varios años. Ante tales hechos, el varón fue detenido como presunto autor de tres delitos de agresión sexual a menores de edad, así como otros dos delitos de exhibicionismo y provocación sexual también a menores. Transcurridos unos meses, y con la aparición de dos nuevas víctimas, el hombre ha ingresado en prisión.