El expresidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, durante su rueda de prensa tras su décima victoria judicial

Francisco Camps, al comienzo de su rueda de prensa tras su décima victoria judicialEuropa Press / Rober Solsona

Comunidad Valenciana

Dimisión, diez victorias, cientos de portadas y 15 años de calvario judicial y mediático: fin al caso Camps

El expresidente de la Generalitat Valenciana es un claro ejemplo de la llamada 'pena de telediario', ya que ha salido absuelto o su causa ha sido archivada en la decena de casos en los que ha estado investigado

«Han sido 169 portadas». Así de exacto se manifestó este martes el expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps tras una pregunta de El Debate algo más de dos horas después de que la Audiencia Nacional (AN) hiciera pública su sentencia por la que le absolvía del delito de tráfico de influencias en la última pieza del caso Gürtel, lo que significaba que el exmandatario completaba una marca difícil de superar: diez causas judiciales abiertas contra él y diez victorias. Su propio abogado lo calificó como «algo único a nivel nacional e internacional».

Y es que el ejemplo del exmandatario autonómico bien puede considerarse como la quintaesencia de la llamada 'pena de telediario'. En concreto, con su frase sobre las portadas se refería a las «169» que el diario El País le ha dedicado (a la espera de si este jueves son 170 si el periódico hace lo propio con el escrito de la AN), durante los años que ha durado su calvario judicial y del que, después de 15 años, ha salido indemne. A todas esas habría que añadirle las del conjunto de medios de comunicación.

Tras dos mayorías absolutas con el Partido Popular en la Comunidad Valenciana que le valieron la presidencia regional, e incluso cuando sonaba como ministro para un futuro Gobierno de Mariano Rajoy, Camps decidió presentar su dimisión tras el estallido mediático y judicial del conocido como caso de los Trajes, en el que se le acusaba de haber recibido cuatro prendas por parte de Álvaro Pérez, «El Bigotes» a cambio de adjudicaciones públicas. Ese fue el inicio de un periplo que el mismo exmandatario define como «duro y largo», pero del que resultó declarado no culpable a principios de 2012 por un jurado popular.

Ni Urdangarin, ni el Papa ni la Fórmula 1

La retahíla llegó poco después. Por orden cronológico, se vio implicado en el caso Nóos, ya que, según la Fiscalía Anticorrupción, el valenciano habría incurrido en varios ilícitos junto a Iñaki Urdangarin y su socio, Diego Torres, a la hora de organizar el Valencia Summit y los Juegos Europeos. En esta ocasión, el juez instructor, José Castro, remitió al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) el sumario, pero éste lo devolvió al constatar que las reuniones al respecto no eran sino «protocolarias o de cortesía».

La siguiente causa fue la de la presunta financiación ilegal del PP entre los años 2007 y 2011, su apogeo político. El que fuera su mano derecha, Ricardo Costa, le responsabilizó de las finanzas de la formación y decidió pactar con el Ministerio Público, lo que provocó que Camps fuera a testificar en el juicio. Aún con todo, el juez aseguró que era «jurídicamente imposible emitir pronunciamiento alguno» sobre el afectado.

El expresidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps

El expresidente de la Generalitat valenciana, Francisco CampsEuropa Press / Rober Solsona

El cuarto sumario en que su nombre se encontraba estuvo relacionado con el arquitecto valenciano Santiago Calatrava, quien le acusaba de haber cometido delitos en relación al Centro de Convenciones de Castellón. Esta reclamación tampoco tuvo mayor recorrido en los juzgados por «no existir pruebas de supuestos delitos, sólo indicios», según los propios jueces.

Un gran paso adelante vino a colación de dos grandes asuntos: la Fórmula 1 en Valencia y la visita del Papa Benedicto XVI en 2006 a la capital de Turia, la primera separada en dos piezas y la segunda en tres. Respecto a las dos primeras, el expresidente de la Generalitat fue exculpado en sendas ocasiones porque los magistrados no hallaron «indicios suficientes para formular una acusación fundada en Derecho». Lo mismo sucedió en lo referente a la organización y a la construcción del Gran Premio de Europa, dado que en los respectivos autos se estableció que no constaba «en modo alguno que el señor Camps diera concretas instrucciones sobre el contenido y redacción del acuerdo» para el evento.

«Ningún indicio de conexión»

En cuanto al V Encuentro Mundial de las Familias al que acudió Joseph Ratzinger, la Audiencia Provincial de Valencia sobreseyó en diciembre de 2020 la causa que mantenía abierta acerca de los contratos que la promovieron. En su escrito, el Tribunal criticó duramente la actitud de la Fiscalía al no haber aportado ninguna prueba durante la instrucción en relación, de nuevo, a las reuniones mantenidas por el exdirigente'popular':

«Tras cinco años de pesquisas, no se ha demostrado que a través de los contratos se hubiera favorecido a determinados contratistas», aseveraron los jueces, que, además, añadieron que «no existe ningún indicio de conexión, pues el alegado por el Ministerio Fiscal, referido al «protagonismo jactancioso' del expresidente Camps en el ejercicio de sus entonces funciones públicas, o la manifestación de que 'en aquella época se hacía lo que mandaba el presidente', no son más que comentarios personales extraños al debate jurídico».

El último paso en esta carrera olímpica de victorias en los juzgados fue tras la acusación de que el expresidente había incurrido en un delito de falso testimonio en su declaración como testigo por el viaje del Santo Padre, la tercera 'pata' de este caso', que también fue archivada. Diez de diez.

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