El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, durante el mitin de cierre de campaña de las elecciones europeas, en Valencia

Carlos Mazón, durante el mitin de cierre de campaña de las elecciones europeas, en ValenciaEuropa Press / Jorge Gil

Mazón le da el primer estocazo electoral a Diana Morant y ve respaldada su gestión al frente de la Generalitat

La ministra de Ciencia sufre su primer revés en las urnas mientras el presidente de la Comunidad recibe un sonoro apoyo a las políticas que lleva a cabo al frente del Consell

En la jerga futbolística, se suele decir que cuando a un jugador recién llegado le sale todo, es decir, marca goles, reparte asistencias y recibe el cariño de su afición, es que ha caído «de pie». La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, sin embargo, se encuentra bastante lejos de compararse a semejante situación, sobre todo después de que este domingo debutara como secretaria general del PSPV-PSOE con una sonora derrota en las elecciones europeas, no solo a nivel nacional, sino también en términos autonómicos.

Locuaz antes de salir de su colegio electoral, pero callada tras el escrutinio. Ese podría ser un resumen tan breve como real del día que pasó la socialista valenciana en el 9-J: una arenga a votar, pero ninguna autocrítica a partir de las 23 horas. De hecho, a imagen y semejanza de lo que hizo su jefe de filas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se escondió y mandó a su equipo a que, como dicen los ya no tan jóvenes, se 'partieran' la cara por ella.

Solo así se puede explicar que fuera Rubén Alfaro, un suplente de cara a la opinión pública, el que dijera que su partido estaba «satisfecho» y «contento» con los resultados obtenidos en la Comunidad Valenciana, una valoración cuanto menos llamativa porque los del puño y la rosa han pasado del 33,2 % de los votos cosechados en los mismos comicios de 2019 al 31,44 % de este año, a lo que hay que sumar que el Partido Popular les ha superado en 4,4 puntos.

Espaldarazo a la política del Consell

Ante semejante golpe en la línea de flotación del socialismo regional, la mandataria valenciana no ha articulado palabra. Ninguna. Ni siquiera para felicitar al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, por unos resultados que vuelven a teñir el mapa de azul. Tampoco hay noticia de que la ministra se haya pronunciado en redes sociales. Silencio absoluto siguiendo la máxima, o al menos pretendiéndolo, de que lo que no sale en los medios no existe. Aún así, tanto para los suyos en la Comunidad como ante los mandamases de Ferraz, el resultado es el que es y poco aval podrá pedir aunque sea su jefe de filas el que le haya puesto por obra y gracia de su poder en el cargo que ocupa.

Frente a Morant y su nada presumible bagaje electoral está Mazón. A eso de la medianoche llegaba junto a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, y su núcleo duro a la sede del PP en la capital del Turia. Estaba contento, sin duda, pero no eufórico, consciente de que el triunfo de su formación supone una reafirmación a la política que el Consell que él lidera, pero combinando ese sentimiento con el de un gobernante que sabe que ni con Sánchez ni con la propia Morant se puede permitir bajar los brazos en materias tan sensibles para la región como el agua, el Corredor Mediterráneo o la financiación.

Finalmente, en el aspecto de la lucha entre quien ostenta la presidencia de la Generalitat y quien aspira a hacerlo en 2027, la gestión del 'popular' ha tenido un espaldarazo por parte de los electores que no ha tenido Morant, quizás lastrada por el encargo personal de Sánchez para que liderase el PSPV-PSOE como por su exiguo conocimiento orgánico y raquítico apoyo entre unas bases a las que el jefe del Ejecutivo ni tan siquiera les dejó opinar.

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