Compromís y el PSPV se radicalizan en Valencia y abocan a una legislatura de más confrontación

Los grupos parlamentarios que conforman la oposición en el Ayuntamiento de Valencia están inmersos en un proceso de renovación interna de sus caras más visibles. Tanto Compromís, que sigue siendo el partido principal de la izquierda en la ciudad del Turia, como el PSPV-PSOE, han cambiado a sus respectivos portavoces en el Pleno municipal, aunque cada uno por sus respectivos motivos. Estas modificaciones, en cambio, lejos de buscar una actitud de acercamiento al equipo de gobierno que lidera la 'popular' María José Catalá, tiene como objetivo tensar la situación y hacer valer la confrontación como herramienta política.

Solo desde ese prisma se entienden los nombramientos de Papi Robles como síndica nacionalista y de Borja Sanjuán por parte de los socialistas. Comenzando por la primera, hasta hace apenas unos meses estuvo a la sombra del exalcalde Joan Ribó, con quien compartió ticket electoral. Cuando éste renunció a su acta de concejal, le sucedió. Aunque entre el PP y Compromís hay una distancia ideológica sideral, las fuentes consultadas por El Debate resaltan que el exregidor es una persona «educada».

No obstante, Robles ha llevado al Consistorio la trayectoria que ya ejerció en las Cortes Valencianas durante la pasada legislatura, cuando era portavoz de Compromís en el Hemiciclo autonómico. Con un discurso en todo momento encendido, siempre polémico y habitualmente con un tono elevado que en ocasiones hacía recordar a Mónica Oltra, la oposición en el Ayuntamiento está en estos momentos un par de peldaños por encima en lo que a tensión política se refiere, más aún cuando el exconcejal de Movilidad Giuseppe Grezzi siegue gozando del calor orgánico.

Sanjuán, «peor» que Sandra Gómez

En cuanto al PSPV-PSOE, el motivo del relevo en la portavocía local se ha debido a que la que hasta ahora era síndica, Sandra Gómez (que fue vicealcaldesa con Ribó) ha recogido el acta como eurodiputada, una lista en la que la exministra Leire Pajín fue rescatada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y que le llevaba varios puestos de ventaja en la papeleta.

De este modo, el nuevo portavoz socialista es Borja Sanjuán, a quien las mismas fuentes preguntadas por este periódico definen como «peor» que su antecesora. Fue la propia Gómez la que inició, siguiendo las directrices de la factoría de propaganda del Palacio de la Moncloa y de la dirección de Ferraz, la campaña contra los supuestos «pseudomedios», haciendo propios términos impostados como «fango» o «bulos». De hecho, en uno de los últimos plenos metió a El Debate dentro de esa clasificación, nombrándole en primer lugar en una de sus intervenciones, poniéndole en la cúspide del mal.

Lejos de intentar calmar las aguas y sin seguir aportando dato alguno que desmonte las informaciones dadas por este medio y otros, Sanjuán ha acrecentado su señalamiento a la prensa libre, instando al equipo de gobierno a que diga «cuánto dinero público está gastando el Ayuntamiento en financiar la máquina de bulos». Sin desviarse de la retórica impuesta por sus jefes de filas, apuntó que El Debate y otros tantos son «pseudomedios» que se dedican a la «propagación de bulos» cuya actividad es la de «difundir noticias falsas y generar crispación» y «sembrar odio».

Cabe recordar que Sanjuán fue concejal de Hacienda con Ribó al frente de la alcaldía, una gestión que los propios valencianos censuraron otorgándole la victoria al Partido Popular (en las elecciones de 2019 fue Compromís quien ganó), y que la elevada e incrementada presión fiscal al ciudadano medio en tributos como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) fue una de las claves para el vuelco en las urnas.