Un chef de Castellón galardonado con un Sol Repsol convertirá un viejo almacén pesquero en su restaurante
El joven cocinero Rubén Miralles ya atesora este galardón en su palmarés gastronómico y cuenta con un restaurante con su nombre en Vinaroz
La gastronomía castellonense está de suerte. Rubén Miralles, uno de los chefs más reputados de la provincia, que atesora un Sol Repsol desde 2022, ha decidido innovar y transformar un viejo almacén pesquero situado en Vinaroz para convertirlo en su nuevo restaurante.
El cocinero ha solicitado a la Generalitat la concesión demanial del viejo almacén en desuso para rehabilitarlo y explotarlo como restaurante. «Mi idea es trasladar el concepto de aquí (su local en Vinaroz) a un nuevo espacio gastronómico más grande en el puerto», ha señalado Miralles.
«Aún queda por delante más de un año de trámites, así que todavía es pronto para concretar más detalles», ha explicado el chef. Por el momento, el proceso está en marcha. Tras la solicitud a la Generalitat, el cocinero ha encargado a un despacho de arquitectos el proyecto de rehabilitación, que se encuentra en fase de redacción.
Actualmente, el Miralles tiene abierto su propio restaurante en la Travesía de San Vicente, en un callejón a pocos metros de la plaza Parroquial de Vinaroz, que está en funcionamiento desde 2018. Uno de los motivos de iniciar la nueva andadura es que se le ha quedado «pequeño» y este nuevo inmueble proporcionaría un mayor espacio.
Ante la incógnita de si mantendrá su actual restaurante, que lleva su propio nombre, cuando esté en funcionamiento el nuevo en el puerto, todavía no tiene respuesta. «Aún no sé si mantendré el restaurante, es algo que deberé analizar más adelante», matiza.
Tan solo seis años de carrera
Miralles ha conseguido ganarse un nombre dentro de la gastronomía de la provincia de Castellón y de la Comunidad Valenciana en tan solo seis años. Tras pasar por varios restaurantes de la zona, se formó como jefe de cocina en algunos establecimientos de gran renombre y galardonados como Rojo Picota o Mandarina en Peñíscola.
Tras atreverse con su proyecto personal, el restaurante Rubén Miralles, los reconocimientos llegaron pronto. En su palmarés culinario atesora un Sol Repsol y un Michelin Bib Gourmand. En este local, que ha ganado fama en toda la zona levantina, se reivindican productos y platos castellonenses y de la comarca, como el pato del Delta del Ebro o el langostino de Vinaroz.
En la oferta de Miralles hay gran variedad culinaria de otros lugares, con guiños a la cocina árabe, peruana o asiática. Además, en su establecimiento tiene propuestas que se adaptan a todos los bolsillos, con menús degustación que rondan los 25 euros.
El chef ha participado en diferentes showrooms y certámenes de cocina a nivel nacional como el Madrid Fusion, compartiendo sus recetas representativas de la provincia de Castellón y más concretamente de su comarca, promoviendo el famoso langostino de Vinaroz.
La gastronomía de Castellón, quizás poco conocida o que no ha llamado tanto la atención como otras zonas españolas, cuenta con grandes platos y restaurantes. Además de sus típicos arroces valencianos como buena zona costera de la Comunidad, sus comarcas, tanto del litoral como del interior, guardan algunos platos poco conocidos pero de gran sabor.
Otros restaurantes similares al de Miralles que tiene la provincia y que también cuentan con galardones como Estrella Michelin o Sol Repsol son Cal Paradis, con pescado de las lonjas de Castellón y carnes autóctonas de la comarca del Maestrazgo o el Raúl Resino, exclusivo para veinte comensales en el que se disfrutan platos típicos como los all i pebres, suquets, arroces y zarzuelas.