Dos pueblos de Castellón entran en la lista de los 100 lugares que 'National Geographic' recomienda visitar
Entre la selección de la prestigiosa revista en base a un recorrido por la España menos poblada y sus principales pueblos, Morella y Peñíscola han conseguido un codiciado hueco en la guía
Pese a que la provincia de Castellón suele ser la más olvidada para el turista en el mapa valenciano, esconde algunas joyas que merece la pena visitar, tanto en el interior como en la costa. Tanto es así que dos localidades castellonenses se han 'colado' en la lista de los 100 pueblos que National Geographic recomienda visitar este 2024.
La prestigiosa revista publica cada año un listado con recomendaciones turísticas, entre ellas algunas escapadas y destinos del panorama español no tan conocidos. En la edición de este año Morella y Peñíscola presumen de tener un hueco entre «los más bellos» de esta guía.
La lista ha sido elaborada por los miembros de la sección Viajes de National Geographic, que han hecho una selección en base a un recorrido por la España menos poblada y sus principales pueblos, donde también se pueden encontrar lugares catalogados como Patrimonio de la Humanidad.
Entre los factores a tener en cuenta que National Geographic ha considerado para seleccionar estos dos municipios castellonenses se encuentra «el esplendoroso pasado», «su comunión con la naturaleza» o «la impecable arquitectura».
Morella
Además de entrar en la lista de National Geographic, Morella también se encuentra entre los 100 pueblos más bonitos de España desde 2013. Esta joya medieval está custodiada por casi dos kilómetros de muralla, flanqueada por un total de siete puertas y diez torres. Su tramo urbanístico atraviesa la pendiente dibujada por las montañas, una ubicación privilegiada e inexpugnable que atrajo a íberos, celtas, griegos, romanos y árabes.
Pasear por las calles y por el casco antiguo de la capital de la comarca de Los Puertos es viajar al pasado y ver la huella histórica que dejaron las numerosas civilizaciones que pisaron esta tierra. En lo alto de la montaña espera su castillo. Una de esas paradas obligatorias que merecen la pena, ya sea por su extraordinario valor cultural y patrimonial o por sus espectaculares vistas aéreas entre cadenas montañosas y tejados morellanos.
El castillo no es la única construcción que merece la pena conocer. Las Torres de San Miguel, construidas en el siglo XIV, son la entrada original que da la bienvenida a los viajeros. Sus dos torres gemelas, de base octogonal, resaltan entre la muralla que rodea la población. Actualmente se puede visitar su interior, así como atravesar parte de los muros originales.
Del mismo siglo es el Convento de San Francisco, compuesto por una iglesia, el claustro y las Salas de Profundis. Fiel al estilo de vida de los franciscanos, sus paredes y arcos apuntados reflejan esa austeridad y sencillez que no necesita de adornos, ni florituras. En su Sala Capitular, «se conserva una de las muestras más antiguas del arte macabro español, La Danza de la Muerte, pintura del siglo XV que unen a la nobleza, al clero y al pueblo en torno a la muerte», señalan desde la Oficina de Turismo de Morella.
Peñíscola
Peñíscola entra de lleno en esta lista gracias a su riqueza cultural y paisajista, que combina con su pequeño tamaño, un monumento emblemático como es su castillo y un entorno idóneo como es su costa.
La edificación se levantó entre 1294 y 1307 y fue la residencia y biblioteca extraordinaria del Papa Luna, Benedicto XIII por la Iglesia de Aviñón, desde 1411 hasta su muerte en 1423. Fue residencia del más alto pontífice de la iglesia de Occidente y esto lo convierte en un hito para el municipio.
La primera parte de la visita a este monumento se adentra en los secretos de la Orden de los Templarios, que vio cómo su poder e influencia en todo el oeste peninsular se desvanecía mientras sus últimos miembros se parapetaban tras estos muros.
National Geographic no solo reconoce a Peñíscola como uno de los pueblos más bonitos para visitar, sino que una de sus playas entra entre las más bonitas de España, que además está galardonada con una Bandera Azul.
Peñíscola, además de su casco antiguo, su castillo y sus playas, puede presumir de tener un importante recorrido en pantalla, ya que ha sido escenario de numerosas series y películas de televisión Entre ellas la serie española El Chiringuito de Pepe, grabada al completo y ambientada en el municipio y sobre todo Juego de Tronos, donde el pueblo costero ha protagonizado múltiples escenas.