Ni cupo fiscal ni 'países catalanes': Mazón redobla su discurso de cara al nuevo año político
El presidente valenciano, si no el que más, ha sido uno de los barones territoriales del Partido Popular con mayor presencia mediática y que más crítico se ha mostrado con el Gobierno central
Cuando a mediados del mes de julio el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, conversaba informalmente con El Debate minutos después de concluir su entrevista con este periódico, apuntó que esperaba cogerse de vacaciones algunos días de agosto. Al respecto, si se ha podido 'escapar' de la vorágine política actual a pesar de ser verano habrá sido bien poco, porque, si no el que más, ha sido uno de los barones territoriales del Partido Popular con mayor presencia mediática y que más crítico con el Gobierno central se ha mostrado durante estas semanas.
Aunque sus intervenciones han tratado sobre una amplia variedad de temas, dos de estos han sido, y todavía siguen siendo, los grandes protagonistas. Por una parte, ha expuesto su postura frente a la actual crisis migratoria que vive España, con Canarias y Ceuta como grandes epicentros, y, por otro lado, ha defendido las señas de identidad de la Comunidad frente a las incesantes injerencias del independentismo catalán, a la par que ha denunciado públicamente la injusticia que, para él, sería que saliera adelante el concierto económico pactado entre el PSC y Esquerra Republicana de Cataluña.
Esta actividad le ha valido no solo para ejercer su responsabilidad institucional con la región y para exponer cuál es la postura de su partido sobre los asuntos más candentes, sino también para reforzar y anclar el relato que el jefe del Consell llevará a la práctica en el nuevo curso político que, a pesar de que agosto todavía ultima sus últimos días, en la práctica ya ha comenzado.
«Ya está bien de esta tontería»
De este modo, si su primer año de mandato tuvo como clave de bóveda sentar las bases para voltear la gestión de Ximo Puig y sus socios de Compromís y Unidas Podemos, en el recién estrenado parece indicar que ello avanzará y que, además, lo relacionado con Cataluña, sea en lo fiscal o en lo identitario, tendrá un especial hueco para un Mazón que en su estreno como presidente ya advirtió de que su Ejecutivo no daría euro público alguno a asociaciones o colectivos que defiendan los llamados por el secesionismo 'países catalanes'.
En este sentido, cabe recordar que días atrás el mandatario sufrió la quema de una imagen suya boca abajo en una fiesta del barrio de Gracia, en Barcelona. Este hecho tuvo lugar como represalia porque pidió la retirada de una bandera anexionista en la ciudad condal por ser un símbolo «supremacista» que quiere representar a unos 'países catalanes' que «ni existen ni existirán».
Igualmente, esta misma semana, en el transcurso de una entrevista televisiva, ahondó en esa idea, calificando de «ensoñación» esa eventual unión territorial de Cataluña, parte del sur de Francia, Baleares y la Comunidad Valenciana: «Esto se ha acabado. Y cada vez que se mueva un milímetro, vamos a estar enfrente. Porque ya está bien de esta tontería y de esta patochada. Que nadie levante esa bandera», dijo el presidente autonómico. También aseguró que esa pretensión independentista «no va a ocurrir mientras el Partido Popular esté en la Comunidad Valenciana, mientras haya una cosa que se llama Constitución y Estatuto».
En lo concerniente a los impuestos, la contundencia de Mazón también ha quedado de manifiesto, ya que ha llamado a levantar «un muro contra la insolidaridad, la desigualdad y los privilegios» que tendría Cataluña si, gracias al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, saliera de la caja común y el líder socialista le entregara, utilizando la terminología de ERC y Junts per Catalunya, «la llave de la caja».
Sobre ello, la opinión del dirigente sobre esta nueva cesión, en caso de que vea la luz verde definitiva en el Congreso de los Diputados, es clara: «No se puede cargar la solidaridad y la igualdad en España como si no pasara nada», argumenta en relación a Sánchez. Al mismo tiempo, esta oposición firme le lleva a preguntarse «por qué estamos consagrando en España esto de que quien más tiene menos aporte».
Por tanto, el relato de Mazón en el inicio del curso político, además de seguir profundizado lo puesto en marcha en sus casi 14 meses en el cargo, da un paso adelante y le permite posicionarse como uno de los líderes regionales con más peso institucional y orgánico. Más aún cuando los ataques por parte de los secesionistas van directamente contra él y las medidas impulsadas por Sánchez y sus aliados afectan de manera frontal no solo a la Comunidad Valenciana, sino también al conjunto de España.