El Consell de Mazón reafirma su postura sobre el cupo catalán mientras Compromís se abre a apoyarlo

Alo largo del mes que ha pasado desde que el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) firmaran el pacto que garantizaba la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat y que, a la par, sentaba las bases para que esta comunidad autónoma saliera de la 'caja común' de la financiación y pase a gestionar el 100 % de los impuestos que recauda, las posturas en la Comunidad Valenciana al respecto parecían tan claras como firmes.

Así, en los partidos de centro-derecha, tanto el PP como Vox han mostrado su absoluta oposición al eventual concierto económico catalán por considerar que rompe la igualdad entre los españoles y que, por ende, es inconstitucional. Frente a ello, la secretaria general del PSPV-PSOE, Diana Morant, ha defendido la medida, lo que ha hecho que la federación valenciana sea una de las pocas que respaldan el acuerdo, muestra de la dependencia de la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades hacia el 'sanchismo'.

Por lo que respecta a Compromís, hasta la fecha se había posicionado más cerca de rechazar que de aprobar la reforma legislativa pertinente que tuviera que llegar al Congreso de los Diputados para que la exigencia independentista saliera a la luz y las legislaturas catalana y nacional no pendieran de un hilo. Sin embargo, algo parece que se está moviendo en los cimientos de la coalición nacionalista, ya que sus dirigentes se plantean respaldar el concierto.

«Pónganse a trabajar»

Así se ha expresado la portavoz de Compromís en la Cámara Baja, Águeda Micó, que no ha cerrado la puerta a que su formación, aunque está integrada en el grupo parlamentario de Sumar, pulse el botón del 'sí' en los dos escaños que ocupa en Madrid. Para ello, pone como condición que el Ejecutivo de Pedro Sánchez cumpla con su palabra para acabar con la «infrafinaniación» de la región.

A su juicio, llevar a término ambos asuntos en paralelo no sería algo «incompatible» porque cree que ha llegado la hora de «abrir el melón» y llevar a cabo una modificación «conjunta» del modelo de reparto de fondos entre las regiones: «Hay que pactar y negociar para que realmente haya una descentralización financiera, para que haya una transferencia de recursos desde el Gobierno central a todas las comunidades autónomas y así cumplir lo que establece la propia Constitución», defiende la valenciana.

Por el contrario, el Consell que encabeza Carlos Mazón sigue marcando la reforma de la financiación autonómica como una prioridad. Por tanto, ante la afirmación un tanto informal realizada por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a propósito de una hipotética condonación de la deuda a las comunidades, la portavoz del Gabinete valenciano, Ruth Merino, la califica de «globo sonda» y le reclama a la socialista y a su jefe de filas que convoquen la Conferencia de Presidentes, una reivindicación de Mazón que lleva meses exigiendo a Sánchez sin éxito alguno.

«Pónganse a trabajar», les ha pedido a ambos Merino, que también es consejera de Hacienda, para que esta materia no siga más tiempo del que ya lleva olvidada «en un cajón» del Palacio de La Moncloa y que, mientras tanto y «de una vez por todas» el Gobierno central dé luz verde al fondo de nivelación para que la Comunidad pueda «ofrecer unos servicios públicos de calidad» dada la «excepcionalidad» de su situación financiera.