Emi Boix | Presidenta del Instituto Valenciano de la Empresa Familiar
«A la Administración le pedimos un entorno jurídico y fiscal que permita dar continuidad a nuestro proyecto»
La presidenta del Instituto Valenciano de la Empresa Familiar, Emi Boix, se sienta con El Debate para abordar los retos de un sector que, tal como indica, pudo resistir con más fortaleza que las empresas al uso la crisis provocada por la pandemia del covid-19
Dirigir una empresa hoy día no es una tarea fácil. Buen ejemplo de ello puede darlo Emi Boix, actual presidenta del Instituto Valenciano de la Empresa Familiar. Siendo elegida para dicho cargo hace unas semanas, no solo atiende a El Debate para exponer los retos que supone estar al frente de una compañía familiar, sino también, para analizar el contexto actual del sector e, incluso, para dar consejos a los futuros empresarios.
–¿Cuál es el contexto de la empresa familiar en la Comunidad Valenciana?
–En la Comunidad Valenciana más del 91 % de las empresas es de origen familiar, son empresas de propiedad familiar y aportamos al PIB el 76,6 % de lo que supone la economía y más de un 84 % al empleo de la región. Al final, lo que buscamos las empresas familiares es mejorar nuestra comunidad y aportar valor tanto en la economía como en la sociedad.
–A nivel legal, ¿qué condiciones tiene que tener una empresa para que sea considerada familiar? Por ejemplo, ¿algún número mínimo de acciones en la familia o, incluso, limitaciones en los grados familares de los accionistas?
–Normalmente se habla de empresa familiar cuando hablamos de propiedad familiar, que el control de la propiedad de la sociedad está en manos de la familia, pero es algo que tiene diversas definiciones, tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Es algo muy estudiado ya y son aceptadas, digamos, muchas reflexiones al respecto.
–En el día a día, ¿cuáles son las principales diferencias que hay entre una empresa al uso y una familiar?
–Más allá de, obviamente el control de la propiedad o la gestión de los órganos de gobierno dentro de lo que es la empresa familiar, que recaen en manos de la familia empresaria, se habla de empresa familiar como una empresa en la que se le da mucho más valor al apego al territorio, a la cercanía, al valor de las personas, porque se entiende el equipo de la empresa familiar como la continuidad, digamos, de la propia familia.
Y la empresa familiar lo que busca también en esa aportación de valor es generar empleo y mantener la estabilidad del empleo. Cuando hablamos de situaciones críticas como recientemente en la pandemia, la empresa familiar destruyó menos empleo que una empresa convencional no familiar. Estuvimos en torno al 8 %, mientras que las empresas no familiares destruían más del 10 %. Entonces, siempre buscamos mejorar y darle durabilidad al legado de la empresa y su aportación como valor económico dentro de la sociedad.
La empresa familiar tiene el reto de trabajar bien, de trabajar de manera profesionalizada y de trabajar con los fondos suficientes para ser eficiente en su gestión
–Ese es un aspecto positivo, pero ¿también habría alguno negativo, por poner un supuesto, a la hora de buscar financiación externa y que al ser familiar los eventuales conflictos entre miembros pudieran echar atrás a los bancos?
–No, la empresa familiar es una empresa que debe ser competitiva como cualquier otra empresa no familiar, como una empresa convencional. La empresa familiar tiene el reto de trabajar bien, de trabajar de manera profesionalizada y de trabajar con los fondos suficientes para ser eficiente en su gestión. Al final, tienes buena o mala prensa, dependiendo un poco del histórico del que uno se rodee en el contexto. Pero yo creo que al final los empresarios y empresarias, familiares o no familiares, lo que buscamos es lo mismo: darle contenido a nuestra empresa, a nuestro negocio a largo plazo, tratar de darle durabilidad y buscar cómo hacer perdurar nuestro legado y, con esa continuidad, trabajar en base a unos recursos eficientes donde optimicen la gestión y el recurso de la empresa.
–Bajo este contexto, ¿cuáles son sus objetivos y retos a lo largo de su mandato?
–Principalmente, queremos trabajar en cuatro grandes pilares que son la innovación, las prácticas sostenibles, la formación y el networking, y trabajar también por hacer crecer en la provincia de Castellón, que empezó el año pasado y hemos empezado con muy buen progreso.
–¿Le pone deberes a las administraciones públicas para que esas metas se puedan cumplir?
–Nosotros con las administraciones lo que tratamos es de generar un entorno jurídico y fiscal que nos permita darle continuidad a nuestro proyecto de empresa familiar y que todas las empresas que están asociadas en IVEFA se vean reflejadas en ese contexto que sea óptimo para ayudar a la empresa a seguir progresando y continuando. Lo que buscamos es la máxima colaboración y hay muchas reclamaciones en curso. La fiscalidad fue un hito que que se ha mejorado en los últimos tiempos y seguimos trabajando en nuevos matices o algunos flecos dentro de esa normativa.
–¿Cuáles serían esos matices? ¿Van dirigidos a insistir en la rebaja de impuestos?
–No necesariamente. Lo que buscamos es un poco de estabilidad en los criterios y también claridad en lo que es la legislación. Hay mucha jurisprudencia que fiscalmente no apoya lo que es la gestión de la empresa familiar y los propios recursos de la empresa familiar. También buscamos darle claridad y seguridad en un entorno jurídico fácil que nos permita trabajar con continuidad.
–Cuando se habla de diálogo social, sobre todo por parte del Gobierno, muchas veces a los empresarios sean familiares se les arrincona y se prima la opinión de los sindicatos. ¿Cree que es así? En tal caso ¿considera que esa postura tendría que cambiar hacia un diálogo social más completo y efectivo?
–Yo creo que contar con con la patronal, con los empresarios y empresarias, es una necesidad dentro de cualquier convenio que debe llevarse a cabo por consenso. Todo lo que venga impuesto al empresario o al propio sindicato no nos va a gustar. A ninguno de nosotros nos gustaría. Al final, lo que hay que buscar es cómo acercar posturas y que se mantenga el equilibrio social dentro de lo que es el apoyo al empresario, el apoyo a la empresa y el apoyo también, por supuesto, al trabajador o trabajadora.
Consejos a futuros empresarios
–¿Pero cre que hoy día esa balanza está un poquito desigual?
–En determinadas acciones que se van tomando, es verdad que hay muchas opiniones que dicen que están más enfocadas hacia un punto de vista, pero también hay otros. Entonces, yo creo que al final hay que pensar en que esa esa visión política, según se mire y según donde estemos poniendo el foco, no se puede hablar de una manera demasiado generalista porque estaríamos perdiendo un poco el entorno concreto. Entonces que hay un apoyo a los sindicatos? Hay que encontrar un poco el equilibrio.
Al final, dentro de la empresa familiar se maneja el patrimonio, se maneja la empresa y se maneja la familia
–Por qué etapas atraviesa una empresa familiar a lo largo de su trayectoria?
–La etapa de la empresa familiar va alineada con la de cualquier empresa, desde que se crea a buscar su continuidad o su éxito. Y uno de los hitos más importantes dentro de la vida de la empresa familiar es el momento de la sucesión, de la continuidad o de pasar el testigo a siguientes generaciones, sean dentro o fuera de la familia. Pero es un hito que esa sucesión puede comprometer la profesionalidad o la continuidad de la empresa, dependiendo en qué términos se pueda hacer. Nosotros trabajamos desde IVEFA para buscar que esa continuidad, ese hito de la sucesión de la empresa familiar, pueda ser lo más ajustado a a la profesionalización que se requiere en cualquier empresa y lo más objetivo posible. Y también para que los órganos de gobierno y los sucesores o sucesoras, las nuevas generaciones, estén completamente preparados para asumir ese testigo dentro de la sucesión de la empresa familiar.
–Actualmente, hay muchos estudiantes que se están formando para ser empresarios. ¿Qué consejos les daría usted?
–Creo que cuando uno se plantea emprender o asumir el reto de continuar con la empresa familiar, tiene que tener muy clara la la ilusión que va a poner en el proyecto, como en cualquier otra empresa, conocer bien cómo va la empresa, cómo se ha generado esa historia que le lleva a un proyecto de empresa y tener muy claras también cuáles son sus expectativas respecto tanto a la continuidad de la empresa como a su vida. Al final, dentro de la empresa familiar se maneja el patrimonio, se maneja la empresa y se maneja la familia.
No hay dos empresas iguales, no hay dos empresas familiares iguales tampoco, igual que no hay dos familias iguales. Y creo que cualquier empresario que quiera darle continuidad al proyecto de su empresa familiar en futuras generaciones tiene que pensar en el legado. Somos depositarios de ese legado y lo que buscamos un poco es dar valor a la sociedad dentro de ese legado que nos han dado nuestros antecesores y que ahora tenemos la oportunidad de hacer crecer, de ir adelante con éxito y de poder promover.
–¿Qué tipo de ayudas pone IVEFA a disposición de las empresas familiares?
Nosotros en IVEFA ofrecemos un acompañamiento y un asesoramiento a las empresas familiares ante cualquier situación que tengan. No necesariamente de conflicto, pero a veces de posibilidad de crecimiento, de profesionalización en los órganos de gobierno o inquietudes respecto a la sucesión. Son hitos propios de una empresa familiar diferentes y característicos de una empresa familiar con respecto a una empresa no familiar. Lo que hacemos en IVEFA es una labor principalmente de acompañamiento. Contamos con el apoyo de instituciones académicas y consultores especializados que ponemos a disposición de nuestros socios y fomentamos también la actividad entre socios que nos permite compartir experiencias, aprendizajes, preocupaciones, inquietudes que nos hacen seguir aprendiendo y seguir creciendo.
–¿Tienen firmado algún convenio de colaboración o similar con instituciones similares a IVEFA en otros territorios?
–Trabajamos en las áreas en las provincias de Valencia y Castellón y codo con codo con diferentes asociaciones dentro y fuera de nuestras provincias. Trabajamos con otras asociaciones de empresa familiar en otras regiones. Por supuesto que sí. Colaboramos con el Instituto de Empresa Familiar a nivel nacional y con otras asociaciones como la Asociación Valenciana de Empresarios o la Asociación de Jóvenes Empresarios de Valencia. Estos son solo algunos ejemplos, pero compartimos sinergias y buenas prácticas que a todos nos permiten seguir creciendo.