Isaura Navarro, la exconsejera valenciana 'enamorada' de Hugo Chávez y aupada por las luchas de Compromís

Si a la opinión pública se le preguntase por quiénes son las caras de Compromís que conoce, lo normal sería que respondiera Joan Baldoví y Mónica Oltra. Este resultado sería prácticamente indistinto si el sondeo se hiciese tan solo en la Comunidad Valenciana o a nivel nacional. Sin embargo, hay otro nombre de los nacionalistas que es valorado más allá del océano Atlántico. Se trata de Isaura Navarro, actual portavoz adjunta de la coalición en las Cortes regionales y, hasta julio del pasado año, consejera de Agricultura.

El motivo no es otro que el hecho de haber sido asesora del difunto presidente de Venezuela Hugo Chávez. Ese hecho poco tocante con las democracias occidentales se lo recordó el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, al jefe de filas de la susodicha, Joan Baldoví, en el Debate de Política General a colación de la dramática situación que vive el país sudamericano desde hace años y, muy particularmente, desde las elecciones fraudulentas del 28 de julio.

«Tiene usted sentada a su derecha a una persona que fue y tiene el honor de haber sido asesora de Hugo Chávez», le espetó el jefe del Consell. La reacción de la aludida, lejos de provocarle un mínimo de rubor, fue toda la contraria, ya que asintió varias veces con la cabeza a la par que sonreía y, para rematar su desahogo sentimental, dibujó con sus dos manos un corazón, símbolo indiscutible del 'amor' que todavía le profesa al exlíder bolivariano.

Consejera por la 'delfín' de Oltra

Pero por si todo lo anterior no fuera suficiente, Mazón sacó a colación una frase de la propia Navarro en la que calificaba como «un lujo» haber colaborado en la «política social de Chávez». Nada más pronunciar esta aseveración, fue la diputada de Compromís la que se reafirmaba con ínfulas lo contenta que estaba de su pasado. Pero, en términos regionales, ¿quién es Isaura Navarro?

Justo antes de los comicios que dieron el Palau de la Generalitat al centro-derecha, la nacionalista fue consejera de Agricultura. Este puesto lo alcanzó gracias a las tan permanentes como insuperables luchas intestinas que sufre el partido de izquierdas desde casi su misma fundación.

Fue la otrora vicepresidenta primera y consejera de Igualdad, Aitana Mas, la que le aupó a semejante responsabilidad producto de, escasos minutos antes, haber fulminado a Mireia Mollà. La versión oficial se basó entonces en una supuesta mejora de la unidad del Ejecutivo valenciano, pero el verdadero poso no era otro que apartar a esta última para reducir su presencia pública e institucional en beneficio de Mas y de su liderazgo en la provincia de Alicante y, desde éste, hacer lo propio con el de su partido en general.

Hospital con techo que sale volando

Mas, hoy convaleciente por un cáncer de mama, quería hacerse con el dominio no ya de Compromís, sino de su segunda 'pata', Iniciativa del Poble Valencià, el partido de Oltra. Para ello era tan necesario derribar a su rival como poner en su cartera, como se suele decir, a alguien que no diera 'la lata', es decir, a alguien de su 'cuerda'. Y ahí estaba Navarro. Su gestión al frente de este departamento fue breve (menos de un año), pero duró el tiempo suficiente como para llevar a la Consejería esa tan manida política de Compromís que se basa en el sí, pero no.

Este aspecto se puede comprobar en lo referente al trasvase Tajo-Segura, un asunto que marcó la campaña electoral y al que la organización 'naranja' quiso sumarse movida por sus urgencias demoscópicas o, dicho con otras palabras, porque las encuestas le sacaban del Gobierno autonómico. Es cierto que Navarro se unió a las movilizaciones en Madrid en contra de la decisión del recorte promovido por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, pero no es menos verdad que esas reivindicaciones en ningún momento se plasmaron en el Congreso de los Diputados. Focos sí, políticas efectivas no.

A Agricultura, la ahora síndica adjunta, de cuna izquierdista y abogada en excedencia de Comisiones Obreras (CC. OO.), llegó desde la Secretaría Autonómica de Sanidad, donde tuvo que lidiar con la pandemia producida por la covid y cuya imagen más icónica de su ejecutoria no fue otra que la de montar un hospital de campaña para los contagiados del que sus techos salieron volando. Eso sí, mientras tanto, los ataques a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, estaban a la orden del día. Chavismo y purgas.