En el centro de la imagen, el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla

En el centro de la imagen, el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio MunillaEuropa Press

Tensión diplomática con España

Munilla, sobre la polémica con México: «Quienes deberían pedir perdón son sus gobernantes actuales»

El obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante considera «perverso que ahora se manipule la historia de México y los sentimientos de ese maravilloso pueblo, como estrategia para distraer la atención de un estado fallido»

La no invitación por parte de México al Rey de España, Felipe VI, a la toma de investidura de la que será la sucesora de Manuel López Obrador, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, ha provocado un episodio de tensión diplomática entre ambos países.

La postura de Sheinbaum, que se enmarca en la misma línea de AMLO de exigir a España que «pida perdón por la conquista» del país azteca, ha causado numerosas reacciones críticas ante lo que consideran un episodio más de la utilización de la Leyenda Negra contra España para tratar de opacar errores propios. Una «cortina de humo», en definitiva, como sostiene, por ejemplo, el historiador Iván Vélez en una entrevista con El Debate.

Otros de los que lamentan la táctica mexicana de culpar a «la Madre Patria» de sus problemas de hoy ha sido el obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, quien, en una publicación en la X, muestra su postura sobre la polémica. «Yo creo que, en todo caso, quienes deberían pedir perdón a los mexicanos son sus gobernantes actuales, descendientes de los criollos que se independizaron de España y se entregaron en manos de la masonería», comienza monseñor Munilla su mensaje en redes.

El religioso adjunta un vídeo que «demuestra cómo los misioneros españoles respetaron las culturas indígenas (a excepción de los sacrificios humanos), y fueron los criollos masones los que impusieron la lengua española tras la independencia». Asimismo, acompaña su tuit con una imagen del mapa de México anterior a la independencia, «antes de que los gobiernos republicanos entregasen el 60 % de su territorio», apunta.

«Me parece perverso –continúa– que ahora se manipule la historia de México y los sentimientos de ese maravilloso pueblo, como estrategia para distraer la atención de un estado fallido en el que los jóvenes huyen buscando un futuro, 35.000 personas son asesinadas al año y otras 75.000 son secuestradas».

Monseñor Munilla zanja su mensaje en X encomendando «a todos los mexicanos a la intercesión de Joselito (San José Sánchez del Rio) y de todos los miles de mártires de la 'cristiada', auténtica gloria de este pueblo», en referencia al adolescente procesado, torturado y ejecutado por oficiales del gobierno mexicano, durante la Guerra Cristera.

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