Valencia renaturalizará una de sus plazas más céntricas para tapar uno de los desmanes urbanísticos de Ribó

El centro de Valencia tiene grandes lugares que visitar. Los vecinos y turistas tanto nacionales como extranjeros se cuentan por miles a la hora de acercarse a edificios monumentales, plazas señoriales y rincones con siglos de historia. Sin embargo, a escasos tres minutos a pie de la plaza del Ayuntamiento y de otros sitios como la Estación del Norte o la Plaza de Toros, se encuentra San Agustín, un neurálgico sitio que despierta la vergüenza de locales y la estupefacción de visitantes.

Y es que esta ubicación, junto a la iglesia homónima, fue planteada por el anterior alcalde de la ciudad, Joan Ribó, como un hub para autobuses, desde donde los convoyes tendrían que partir hacia toda la ciudad del Turia. Pero, como dicen los jóvenes citando a una conocida plataforma asiática de envíos de paquetes, una cosa es lo que te venden y otra es lo que te entregan.

29.000 metros cuadrados

Una gran explanada rodea al templo y en ella hay varias paradas de autobuses destinadas a la Empresa Municipal de Transportes (EMT). El gran problema es que este solar está envuelto por no pocos maceteros de gran altura, lo que no solo impide la entrada de vehículo alguno, sino que también dificulta la de motocicletas y peatones según por dónde se quiera acceder. Toda una oda al urbanismo ideológico puesto en marcha por el propio Ribó y sus concejales de Compromís y el PSPV-PSOE en la capital autonómica entre 2015 y 2023.

Ahora, con tal de revertir semejante obra, el actual equipo de gobierno, formado por el Partido Popular y Vox, ha aprobado la remodelación de la citada plaza para la «renaturalización de la avenida del Oeste, plaza de San Agustín y calle San Vicente, en el tramo comprendido entre la calle de Guillem de Castro y la plaza de España».

Según explica el portavoz municipal, Juan Carlos Caballero, es una actuación «muy demandada por los vecinos y por las asociaciones de comerciantes del entorno, dado que se trata de un enclave estratégico de la ciudad que era necesario recuperar como entorno comercial y urbano fundamental», una vez llevado a término el pertinente concurso de ideas con jurado que el Consistorio convocó en diciembre de 2021 para remodelar este lugar.

Con un presupuesto que no llega a los 400.000 euros (385.990 euros, IVA incluido) y con un plazo máximo de ejecución de cinco meses y 15 días, la plaza de San Agustín estará separada del tráfico por jardineras y una nueva vegetación, siempre que las condiciones del subsuelo lo permitan. Además, dispondrá de pérgolas para dar sombra y favorecerá la infiltración de agua al terreno mediante parterres, alcorques y pavimentos permeables.

Además, contará con otras calles y espacios laterales para crear una secuencia de pequeñas zonas de estancia, planteadas también para el juego o el paseo, generando espacios protegidos, accesibles y seguros, en los que se mejorará el alumbrado, asegura el Ayuntamiento en un comunicado.

Todo ello afectará a una superficie de 29.000 metros cuadrados: «Damos el pistoletazo de salida a la redacción de un proyecto que debe plasmar las peticiones de vecinos y comerciantes», afirma el concejal de Urbanismo, Juan Giner, quien subraya que la nueva plaza «incrementa notablemente la vegetación y trabaja con el color de las distintas especies arbóreas, su floración y cambios a lo largo del año».