Así era Hacienda, la primera discoteca de España y una auténtica revolución en la vida nocturna alicantina
Este icónico espacio de los años 60 no solo cambió el entretenimiento en nuestro país, sino que dejó un legado de modernidad, libertad y cultura que sigue vivo hasta el día de hoy
En pleno auge de la vida nocturna actual, las discotecas son espacios fundamentales de la cultura y el ocio, donde personas de diferentes edades y estilos se encuentran para disfrutar de la música. Pero pocos conocen que este fenómeno moderno en España tiene sus raíces en un rincón costero de la Comunidad Valenciana, en la localidad alicantina de Jávea. Allí, en 1966, abrió Hacienda, la primera discoteca registrada en el país y que marcó un antes y un después en la historia del entretenimiento.
La apertura de este local supuso una revolución en la oferta de ocio. Ubicada cerca del Cabo de San Antonio, en las inmediaciones del Montgó, esta discoteca rompió moldes en una época en la que las salas de fiesta tradicionales eran lo más parecido a espacios de baile en España. Fue en ese entorno natural donde Harris Sportes, un empresario francés, decidió dar un paso arriesgado, abriendo un local inspirado en las tendencias internacionales que llegaban de lugares como París y Londres.
El impacto de este nuevo local en la vida nocturna fue inmediato. Por primera vez, los jóvenes de Jávea y alrededores tenían un lugar dedicado exclusivamente a bailar y socializar, sin las formalidades propias de los salones de baile tradicionales. El ambiente era totalmente innovador: luces psicodélicas, música moderna y un aire de libertad que atraía a una clientela ecléctica.
Lugar de encuentro de la élite artística
Entre los clientes habituales de Hacienda se contaban personajes reconocidos del mundo del arte y la cultura, tanto nacionales como internacionales. La discoteca se convirtió en un punto de encuentro para artistas, bohemios y famosos, destacando figuras como el actor Alain Delon, el pintor Javier Mariscal o la legendaria banda estadounidense Grateful Dead, que frecuentaba el local cuando estaba de gira por Europa.
Esta confluencia de personalidades hizo que Hacienda fuera más que una discoteca; era un espacio de creatividad y expresión donde la música y el arte convergían. Los años 60 y 70 fueron testigos de un florecimiento de las ideas contraculturales, y el lugar se convirtió en un símbolo de esa libertad y espíritu innovador.
Una discoteca multifuncional
Además de su innovador espacio de baile, este lugar también ofrecía otros servicios poco habituales en las discotecas de la época. Desde su apertura, contaba con una boutique y un restaurante, lo que añadía un toque de exclusividad y sofisticación que lo diferenciaba de otros locales de ocio. Estos servicios permitían a los visitantes disfrutar del lugar no solo por la noche, sino también durante el día, creando un ambiente único y multifuncional.
El restaurante ofrecía un enfoque naturista, una tendencia que iba en línea con los valores de los movimientos hippies que florecieron en esa época. De hecho, Hacienda impulsó la creación del primer mercado hippy en España, un evento que sigue vivo a día de hoy, y que continúa atrayendo a visitantes en busca de piezas artesanales y un ambiente alternativo.
Un legado que perdura
A pesar de que los tiempos han cambiado y muchas de las discotecas de Jávea han cerrado sus puertas, Hacienda sigue abriendo durante los meses de verano, manteniendo vivo su legado como un lugar emblemático en la historia de la vida nocturna en España. Además de funcionar como discoteca, en la actualidad se utiliza como espacio para conciertos y eventos, atrayendo a grandes grupos musicales.
Este rincón de la costa alicantina se ha mantenido como una parada obligatoria tanto para los nostálgicos de su época dorada como para los jóvenes que buscan una experiencia de fiesta distinta. Esta no solo fue la primera discoteca de España, sino que se convirtió en un símbolo de modernidad y de la evolución de los espacios de ocio en el país. Con su mezcla de música, arte y libertad, este icónico local continúa siendo un referente difícil de igualar.