Alicante congela las licencias de pisos turísticos para proteger la convivencia y el acceso a la vivienda
El Ayuntamiento suspenderá los permisos para regular la saturación y equilibrar la oferta ocupacional
El alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha anunciado este lunes una moratoria de dos años en la concesión de nuevas licencias para Viviendas de Uso Turístico (VUT). La medida, que se llevará al Pleno municipal el próximo 19 de diciembre, tiene como objetivo «regular el impacto en el tejido urbano y social de la ciudad», según ha explicado el primer edil.
«Esta moratoria nos permitirá disponer de tiempo para revisar la regulación municipal sobre viviendas turísticas y desarrollar normativas específicas para garantizar un crecimiento turístico equilibrado y sostenible. Al mismo tiempo, contribuirá a favorecer el acceso de los alicantinos a la vivienda, que es una de nuestras prioridades en este mandato», asegura el alcalde.
La suspensión afectará durante dos años a la tramitación y concesión de licencias, declaraciones responsables y cualquier otro documento que permita la implantación de nuevas VUT o cambios de uso en todo el término municipal. Además, quedarán en suspenso las cédulas de garantía urbanística y los informes de compatibilidad urbanística relacionados con estas actividades.
La decisión se sustenta en los estudios elaborados por la Cátedra de Turismo de la Universidad de Alicante y la empresa Estrategia y Organización S.A. (EOSA). Estas investigaciones han señalado la necesidad de limitar las viviendas turísticas en función de la capacidad de los servicios públicos, la conservación del carácter residencial de las zonas y el equilibrio entre las actividades turísticas y las necesidades de los residentes locales.
«El objetivo es integrar en el plan municipal un límite en la densidad de viviendas turísticas por zonas, sobre todo en los barrios más saturados, y minimizar el impacto negativo en el mercado inmobiliario y la convivencia vecinal», destaca Barcala.
Revisión y control
El Ayuntamiento también reforzará las revisiones periódicas de las licencias otorgadas, evaluando su cumplimiento normativo y su impacto en la calidad de vida. En caso de irregularidades, se podrían retirar o no renovar dichos permisos.
Además, el Consistorio continúa con campañas de inspección para detectar apartamentos turísticos que operen sin licencia o incumplan la normativa vigente. Estas medidas se completarán con la asunción de competencias en la imposición de sanciones por infracciones relacionadas con la actividad turística.
Vivienda protegida
La moratoria se enmarca dentro de una estrategia más amplia del Ayuntamiento para facilitar el acceso a la vivienda a los alicantinos. En este sentido, el equipo de Gobierno planea impulsar la construcción de 6.000 viviendas durante el mandato, de las cuales entre un 30 % y un 40 % serán de protección oficial.
Asimismo, Alicante ha cedido ocho solares de patrimonio municipal a la Generalitat Valenciana para el desarrollo de 265 viviendas en el marco del Plan Vive, y se prevé la cesión de más terrenos próximamente.