Se cumplen 50 días de la dana: de la tregua inicial al cuerpo a cuerpo total entre Sánchez y Mazón
La relación entre el Consell y el Ejecutivo es de ruptura y tensión a costa de los reproches en ámbitos como los avisos dados el 29 de octubre, la llegada de militares, la cuantía y tardanza de las ayudas o qué administración era la competente en el barranco del Poyo
«Quiero agradecer muy especialmente la presencia y la atención del presidente. Querido presidente, gracias por venir tan pronto y por el contacto que desde el principio (he tenido) contigo a través de Whatsapp, con la vicepresidenta, con el comité donde estaban el ministro del Interior, la ministra de Defensa y con la delegada del Gobierno desde el primer momento aquí». Esas palabras las pronunció el pasado 3 de octubre el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, dirigiéndose al jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez.
Tuvieron lugar en la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) tan solo dos días después de la dana que asoló la provincia levantina, que causó 223 muertes, mantiene a cuatro personas desaparecidas y provocó un destrozo sin igual en 70 municipios de la zona. Ese gesto del líder del Consell fue seguidamente correspondido en término similares. No obstante, la, al menos aparentemente, buena sintonía entre ambos representantes de las administraciones regional y nacional poco tardó en truncarse.
Avisos y ayudas, las grandes broncas
Y es que 50 días después, que se cumplen este miércoles, de la catástrofe, la colaboración institucional inicial derivó en ciertos reproches por las competencias que correspondían a unos y a otros a la hora de abordar la crisis y ha ido desarrollando hasta un clima de ruptura total entre Generalitat y Gobierno, ya que Sánchez y sus ministros responsabilizan de la magnitud de las cifras de la tragedia a Mazón y éste les echa en cara, entre otros aspectos, que no se cerrasen carreteras dependientes del Estado, como la A3 y o la A7, la llegada tardía del Ejército o, sobre todo, la labor que el 29 de octubre realizó la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), integrada en el Ministerio para la Transición Ecológica.
Quizás la frase que provocase el principio de ruptura entre ambos ejecutivos fuera la que dijo Sánchez en el Palacio de la Moncloa: «El Gobierno central está listo para ayudar. Si necesitan más recursos, que los pidan», aseveró mientras miles de vecinos habían perdido a seres queridos, casas, vehículos o negocios. En definitiva, toda una vida.
Desde ese momento, el nivel de crispación ha ido aumentando sin cesar y lo ha hecho en multitud de campos: competencias, ayudas, impuestos, comunicaciones… En todo este tiempo lo padecido en la provincia de Valencia ha dejado momentos y estampas que, por un motivo u otro, pasarán a la historia: desde los mismos pueblos desbordados, hasta la tan inmensa como espontánea ola de solidaridad desde el mismo día 30, pasando por los incidentes sufridos por los Reyes, Sánchez y Mazón en su visita a Paiporta el 3 de noviembre, con cientos de vecinos y voluntarios increpándoles y lanzándoles barro. Los Monarcas y el jefe del Consell aguantaron con la comitiva todo el recorrido, mientras que el socialista fue evacuado por su servicio de seguridad.
En la considerada zona cero de la dana coincidieron Sus Majestades y los mandatarios de España y la Comunidad Valenciana, una estampa que no se pudo repetir en Utiel el 19 de noviembre ni el pasado día 9 de diciembre en la capital regional, ya que Sánchez declinó acudir al municipio y a la misa funeral por las víctimas y los desparecidos que organizó el Arzobispado en la Catedral levantina. Por el contrario, Don Felipe, Doña Letizia y Mazón sí asistieron. Por parte del Gobierno, Moncloa decidió enviar al templo a María Jesús Montero, Ángel Víctor Torres y Diana Morant.
Por si todo lo anterior no ayudara a acercar posturas y coser la relación bilateral, la Conferencia de Presidentes del pasado viernes en Santander volvió a evidenciar que Sánchez y Mazón están en latitudes totalmente opuestas, ya que el jefe del Consell salió de la cita visiblemente cabreado por todo lo que en ella se trato y, más aún, por lo que no se trató.
Igualmente, la decisión de la Fiscalía de investigar la gestión de la riada llevada a cabo por el Gobierno autonómico anunciada este mismo martes ha supuesto la enésima muestra del panorama existente entre los dos gabinetes. Según fuentes consultadas por El Debate, resulta «absolutamente burdo» que esa solicitud llegue por parte de la institución que dirige Álvaro García Ortiz «justo esta semana, con medio Gobierno y media familia de Pedro Sánchez desfilando por los juzgados», lo que atribuyen a «ver si los titulares antimazón tapan los titulares antisánchez».