El presidente de la Confederación del Júcar elude su responsabilidad en la dana y apunta al Gobierno de Mazón
Miguel Polo reaparece, a puerta cerrada, en una junta de la CHJ en la que no hace autocrítica de su gestión durante la riada mortal causada por la gota fría
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar lleva más de medio centenar de días sin dar cuenta pública de la actuación del organismo de cuenca durante la gestión de la dana. Miguel Polo, sin embargo, lo ha hecho de puertas para dentro, en la junta de la CHJ celebrada este jueves, en la que ha comentado de pasada la catastrófica riada producida por la gota fría que ha dejado más de 220 muertos en la provincia de Valencia. Y lo ha hecho eludiendo completamente cualquier tipo de responsabilidad y apuntando a la Generalitat Valenciana.
Una nota de prensa publicada este viernes, la segunda colgada en su página web desde que se produjo el desastre natural, repasa los asuntos tratados en la la última sesión ordinaria de la Junta de Gobierno del año 2024. En la misma, se resumen el Plan Especial de Sequía, el 4º ciclo de planificación hidrológica, el Plan de Explotación de las masas de agua subterránea del ámbito del Vinalopó-Alacantí, el balance de las principales actividades llevadas a cabo en 2024 y las líneas de actuación del organismo previstas para el ejercicio 2025 o la liquidación provisional del presupuesto. No es hasta el final del escrito cuando se aborda su papel durante la mayor catástrofe natural en la historia de la Comunidad Valenciana.
Además, se especifica que este tema se trató apenas «durante el turno de ruegos y preguntas» realizados por los vocales presentes en la Junta de Gobierno en sus interpelaciones a Polo «acerca de diversas cuestiones relacionadas con las actuaciones y competencias del Organismo durante el episodio de avenidas extraordinarias producidas» como consecuencia de la dana». La Confederación Hidrográfica del Júcar señala que este fenómeno de depresión aislada en niveles altos fue la «causante de las intensas precipitaciones acaecidas durante el día 29 de octubre, que afectaron a buena parte de las poblaciones de las comarcas de l'Horta Sud, la Plana de Utiel-Requena, La Hoya de Buñol, La Ribera Alta, El Camp del Turia, la Ribera Baja y los Serranos de la Comunidad Valenciana».
En el texto se reseña que «Polo dio cuenta de la declaración del escenario 2 de emergencia en la presa de Forata durante la tarde del 29 de octubre y detalló los avisos que se remitieron al Centro de Emergencias (CEE)», antes de apuntar directamente al Gobierno del 'popular' Carlos Mazón, cuya entonces Consejería de Justicia e Interior era el organismo competente en Protección Civil.
«También recordó que la Confederación Hidrográfica del Júcar ofrece información hidrológica objetiva y así lo hizo, en tiempo real, a través de la página web del Organismo, pero que son las autoridades competentes en materia de protección civil las que, con esa información y el resto de datos que manejen (evolución meteorológica, pluviometría, información de los municipios, servicios de intervención desplegados en el territorio, estado de las carreteras, llamadas al 112, etc.), además de con la información disponible en el Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables (SNCZI), tienen la responsabilidad y atribución de evaluar las afecciones sobre la población y el entorno, de emitir los avisos que correspondan y de adoptar las medidas de protección civil más adecuadas en cada caso».
Nada se recoge, por tanto, de ese «apagón informativo», en palabras de Mazón, que se produjo durante dos horas y media la fatídica tarde del 29 de octubre. Un periodo, entre las 16:13 y las 18:43, cuando varias poblaciones ya se encontraban totalmente anegadas, en el que el organismo de cuenca no aportó información sobre el caudal de la Rambla del Poyo, sino tan solo datos pluviométricos. Desde la Generalitat Valenciana consideran que esa información era clave para poder haber actuado con mayor diligencia y haber mitigado los estragos causados por el desborde de la barrancada.