Castellón Sentim, la asociación de Nules que elimina barreras para niños con autismo: «Siento que no estamos solos»
Entre sus principales objetivos se encuentran la adaptación de parques para pequeños con movilidad reducida y la creación de una bolsa de empleo que permita encontrar a cuidadores especializados
En Nules, un pequeño municipio de Castellón, la asociación Sentim está marcando la diferencia para las familias con niños y niñas con Trastornos del Espectro Autista (TEA) y otras necesidades especiales. Fundada hace menos de un año, esta organización ya ha conseguido logros significativos gracias a su compromiso con la inclusión y la visibilidad.
La presidenta de Sentim, Silvia, explica que la asociación nació de la necesidad. «En Nules no había recursos adaptados para nuestros hijos», señala. Todo comenzó con un grupo de padres y madres de niños con TEA que buscaban un espacio donde apoyarse mutuamente, compartir experiencias y, sobre todo, luchar por los derechos de sus hijos. Desde sus primeras reuniones, Sentim definió un objetivo claro: eliminar las barreras que enfrentan los niños con necesidades especiales tanto en el ámbito escolar como en la vida cotidiana.
Deportes, parques, escuelas… todo parece estar pensado para niños neurotípicos, dejando fuera a los nuestrosPresidenta de la Asociación Sentim
Uno de los mayores obstáculos con los que se encontraron fue la falta de adaptaciones en actividades municipales y escolares. «Deportes, parques, escuelas… todo parece estar pensado para niños neurotípicos, dejando fuera a los nuestros», lamenta Silvia. Sin embargo, la asociación ha trabajado intensamente para cambiar esta realidad.
Sentim ha logrado implementar cambios visibles en poco tiempo. Entre sus iniciativas más destacadas está la adaptación de actividades navideñas. Este año, la asociación logró que los niños con TEA pudieran visitar la Casa de Papá Noel sin necesidad de hacer largas colas. «Ellos también tienen derecho a vivir la magia de la Navidad sin el estrés que provoca una espera interminable», afirma Silvia. Para identificar a los participantes y evitar malentendidos con el resto del público, los niños llevaban un globo azul, símbolo del autismo.
Además, Sentim ha promovido actividades deportivas inclusivas y ha trabajado con el Ayuntamiento de Nules para adaptar las instalaciones municipales. «Hemos conseguido que la piscina municipal ofrezca natación adaptada, algo que antes era impensable», destaca Silvia. Estas clases, impartidas por monitores especializados, garantizan que los niños estén bien atendidos y puedan disfrutar del deporte como cualquier otro.
Otro de sus proyectos es la instalación de pictogramas en los espacios públicos para facilitar la comprensión de las normas y orientaciones. Aunque el proceso ha sido lento debido a las limitaciones presupuestarias, Sentim sigue insistiendo para que estas medidas sean una realidad en todos los municipios cercanos.
El esfuerzo de Satin no solo ha transformado espacios y actividades, sino también la vida de las familias. Amparo, una madre miembro de la asociación, comparte su experiencia: «Por primera vez, siento que no estamos solos. Saber que hay otros padres que entienden por lo que pasamos es un alivio enorme».
La asociación también organiza talleres sensoriales y eventos inclusivos, donde los niños pueden disfrutar mientras desarrollan habilidades y comparten tiempo con sus compañeros. Estas actividades no solo benefician a los niños, sino que también ayudan a concienciar a la comunidad sobre la diversidad y la importancia de la inclusión.
A pesar de sus éxitos, Sentim tiene claro que queda mucho por hacer. Entre sus metas está la adaptación de los parques municipales para niños con movilidad reducida y la creación de una bolsa de empleo que permita a las familias encontrar cuidadores especializados. También buscan una sede permanente donde puedan realizar sus actividades y reuniones con mayor comodidad.
«Nuestro sueño es que los niños con necesidades especiales sean parte activa de la sociedad, que no se les excluya ni se les señale por ser diferentes», concluye Silvia.
Sentim no solo está construyendo un futuro más inclusivo para los niños de Nules y los alrededores, sino que también está demostrando que el cambio es posible cuando las familias se unen y trabajan con determinación. Esta Navidad, su labor es un recordatorio de que la verdadera magia reside en la empatía y el compromiso con los demás.