El PSOE se aferra desesperadamente a la comida de Mazón con Vilaplana

Tres ministros del Ejecutivo de Pedro Sánchez y el portavoz del PSPV en las Cortes Valencianas están ejerciendo de arietes esta Navidad contra el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, por su comida el día de la dana con la periodista Maribel Vilaplana. Al igual que en el caso de la famosa foto de Alberto Núñez Feijóo con Marcial Dorado, de hace tres décadas, los socialistas han mordido la presa y es probable que ya no la suelten, aunque, por el momento, parezca una estrategia desesperada, toda vez que Mazón sigue en su puesto y lo peor del temporal político ya ha pasado.

Dos meses después de la catastrófica riada, que se llevó la vida de 223 personas, las horas que el presidente de la Generalitat Valenciana pasó junto a la portavoz del Levante UD siguen siendo el gran manchurrón en la gestión de la tragedia por parte del dirigente autonómico. En el PSOE lo saben y, aunque la labor del Gobierno central, del Ministerio de Transición Ecológica y de sus organismos dependientes también estén en tela de juicio, no solo no han hecho autocrítica, como sí ha hecho Mazón, sino que insisten en responsabilizarle al completo de los muertos y de las graves pérdidas materiales.

La polémica se reavivaba este jueves, cuando Presidencia de la Generalitat informaba de que Mazón acudió a la comida en calidad de presidente del PPCV, no de la Generalitat, por lo que el ágape había sido sufragado por el partido y el Gobierno valenciano no disponía de la factura. El síndico del PSPV-PSOE, José Muñoz, consideraba «todavía más grave» la «nueva versión», que sería «la prueba definitiva» de que no puede seguir al frente del Consell «por mentiroso». «Sigue avergonzándonos a los valencianos, ahora con la enésima versión de lo que sucedió o lo que dice que sucedió en aquella nefasta comida en El Ventorro que provocó que la alarma a todos los valencianos no llegara hasta pasadas las ocho de la tarde, lo que provocó la muerte de muchas personas», añadía, en declaraciones a los medios ese mismo día.

Este viernes, la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Pilar Alegría, el ministro de Transportes, Óscar Puente, y el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, seguían ahondando en la herida. Alegría ironizaba con que «siempre hay problemas en el PP a la hora de enseñar las facturas» y apuntaba a que «la falta de explicaciones y la sarta de mentiras» que ha dado Mazón sobre dónde estaba durante la dana es «constante».

«Se han dado tantas versiones que es imposible masticar y comérselas todas», abundaba Alegría, quien criticaba que «todavía no se ha explicado ni a los valencianos ni al resto de los españoles» lo ocurrido durante ese encuentro. Puente, a su vez, afirmaba que «en su momento se sabrá si hay investigación judicial que esclarezca esta cuestión fundamental». «Tendría que haber estado al frente del operativo», agregaba y zanjaba que él no se cree la nueva versión ofrecida por el dirigente 'popular' porque «ha dado muchas»: «La última versión no la veo tan terrible como para no ser la primera, no la doy por buena».

«Me da igual cuál de las diferentes versiones que ha dado es la cierta. A mí lo que me importa es dónde no estaba y que en las horas clave de la dana estuviera en paradero desconocido. Es lo realmente grave», lanzaba, por su parte, Bolaños. «Simplemente fue una comida del Partido Popular y nunca se dijo lo contrario. Yo no dejo de ser presidente de la Generalitat y no dejo de ser el presidente del PP y por tanto no hay ningún cambio de versión, al revés», sostenía, por su parte, Mazón, tras el aluvión de críticas llegadas desde el Ejecutivo.

Este domingo, la izquierda y el nacionalismo valenciano volverán a marchar por las calles de Valencia para pedir, por tercera vez a través de una manifestación, la dimisión del presidente autonómico. Mazón, por su parte, ya ha anunciado que no renunciará al cargo y que su intención de volver a presentarse a las elecciones autonómicas dependerá de si logra llevar a buen puerto la reconstrucción de las zonas afectadas por la riada.

Este viernes, su jefe de filas descartaba valorar esa comida y afirmaba que lo que le preocupa es si se está «pagando, trabajando y aliviando a las familias y a los trabajadores». Asimismo, Feijóo aprovechaba para defender la gestión del político alicantino, asegurando que es «mucho más eficiente» la ejecución de ayudas de la Generalitat Valenciana que la del Gobierno de Sánchez.