El turbador auge de asesinatos y violaciones en la Comunidad Valenciana queda diluido en los datos de Marlaska

El ligerísimo aumento de la criminalidad en general en la Comunidad Valenciana durante el tercer trimestre del pasado año (de apenas un 0,5 %) podría suponer un motivo de celebración. Sin embargo, si se lee la letra pequeña, la realidad es otra bien distinta y se traduce en que los asesinatos y las violaciones escalan de manera inquietante, con unos datos que evidencian una deriva violenta difícil de camuflar. Quizás por ello, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, no ha hecho declaración alguna sobre las cifras que arroja el último Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior, recientemente publicado.

La responsable del Ejecutivo de Pedro Sánchez en la región y secretaria de Igualdad en la Ejecutiva Federal del PSOE sí se mostró públicamente muy conmocionada hace algo más de un mes a cuentas del asesinato de una adolescente a manos de su exnovio en la localidad alicantina de Orihuela, así como con otros casos mortales de «violencia de género», aprovechados para publicitar los puntos violeta y el discurso de la izquierda. «¡Basta ya de tanta violencia contra las mujeres!», clamaba, aunque esa violencia real, sobre la que calla –como el ministro Fernando Grande-Marlaska, que tampoco ha comentado los datos a nivel español–, va mucho más allá del ámbito de la pareja.

Reyertas, ajustes de cuentas por drogas... la naturaleza detrás de los crímenes es muy variada en la comunidad autónoma, que ha visto cómo los homicidios dolosos y asesinatos consumados han aumentado algo más del 45 % en un año, pasando de los 31 crímenes del periodo entre enero y septiembre de 2023 a los 45 de 2024. Las tentativas, intentos frustrados en numerosas ocasiones por la diligencia de los servicios sanitarios, caen, pero muy levemente: de 130 a 108 (+17 %). Los delitos asociados a las riñas tumultuarias, en las que con frecuencia se emplean armas blancas y objetos contundentes, experimentan un ligero repunte, pasando de 2.566 a 2.828 (+10 %).

Las violaciones, muchas veces cometidas sobre menores de edad –y con cada vez mayor asiduidad llevadas a cabo también por menores–, asimismo se disparan, más del 20 %. Así, de acuerdo con los últimos datos de Interior, durante los tres primeros trimestres de 2023 se produjeron 347 agresiones sexuales con penetración, frente a las 417 del mismo periodo del pasado año. El resto de delitos contra la libertad sexual también crecen, aunque menos, un 2,7 %, con 1.508 casos por los 1.469 del lapso de enero a septiembre de 2023.

En Valencia se doblan los asesinatos

Por provincias el panorama cambia bastante entre ellas. Así, en Alicante, que ha sufrido casos muy sonados de muertes violentas en las últimas semanas, éstas aumentan un 30 %, de 10 a 13. Las tentativas, sin embargo, caen un 19 %: de 52 a 42. Las violaciones, en la misma dinámica que en conjunto de la comunidad autónoma, aumentan más del 10 % (de 167 a 184). Castellón, la provincia más tranquila en cuanto a asesinatos y homicidios presenta una bajada del 80 %, pasando de cinco a uno. No obstante, las violaciones crecieron casi el 36 %, con 38 casos frente a los 28 del mismo periodo un año atrás.

Valencia es la provincia que engrosa la estadística autonómica de manera negativa, doblando sus datos de homicidios y asesinatos, con un repunte de casi el 94 % (31 crímenes de este tipo por los 16 anteriormente registrados). Las agresiones sexuales con penetración, de nuevo, crecen, por encima del 28 %, con 195 delitos de este tipo cometidos en ese periodo de 2024 frente a los 152 de 2023. En el caso valenciano, estos datos se elaboran a través del Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC) por parte de los hechos conocidos por la Policía Nacional, Guardia Civil y los cuerpos de Policía Local, pero en este caso solo de municipios de más de 20.000 habitantes, por lo que las cifras reales probablemente sean mayores.