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Castillo de Guadalest
Los Suspiros de Zoraima, la trágica leyenda de amor y guerra en el castillo alicantino de Guadalest
Una historia de pasión, traición y heroísmo que aún resuena en las montañas de la sierra de Aitana
En el corazón de la provincia de Alicante, el castillo de Guadalest se alza como testigo de historias que han trascendido generaciones. Entre ellas, destaca la leyenda de Los Suspiros de Zoraima, un relato marcado por el amor, la tragedia y la lucha entre culturas. Zoraima era una joven musulmana de extraordinaria belleza que vivía en el pueblo de Alfofra, a pocos kilómetros de Guadalest, junto a su padre, Algar, un juez musulmán. La paz de su vida cambió con la llegada de Guzmán, un caballero cristiano de la noble familia de los Guzmanes de Benidorm. Guzmán, ya casado con una dama de su estirpe, veía en Zoraima a una infiel más que a un verdadero objeto de amor.
En contraste, la vida de Zoraima se entrelazó con la de Ben-Yusuf, un guerrero musulmán que llegó al pueblo tras sufrir numerosas derrotas frente a los cristianos. Entre ambos nació una conexión profunda, forjada por sus experiencias compartidas de dolor. Ben-Yusuf, marcado desde la niñez por la pérdida de su familia a manos de las tropas cristianas, encontraba en Zoraima consuelo y fuerza para continuar su lucha.
La amenaza de Guzmán obligó a Algar a enviar a su hija al castillo de Guadalest, donde también se refugió Ben-Yusuf tras una cruenta batalla que dejó a Alfofra arrasada y a Algar entre los caídos. Rodeados por las tropas cristianas en el castillo, la pareja vivió sus últimos momentos juntos.
Según la leyenda, en un instante de desesperación, Zoraima besó a Ben-Yusuf, cumpliendo un destino que Alá había trazado para el guerrero: morir al recibir un beso de una mujer amada. Un disparo de arcabuz atravesó el corazón de Ben-Yusuf, quien cayó al suelo abrazando a Zoraima.Desde entonces, los habitantes de Guadalest aseguran que los suspiros de Zoraima se escuchan entre las montañas y los valles de la sierra de Aitana, transportados por el viento como un eco de su amor trágico.
El castillo de Guadalest, considerado uno de los lugares más bellos del interior de Alicante, es hoy un destino turístico donde visitantes pueden revivir la historia al recorrer sus calles empedradas y contemplar las imponentes vistas de la sierra.