El número de llamadas a Emergencias el día de la dana fue «similar» al de otros episodios de gota fría en la Comunidad

El informe que el departamento de Emergencias de la Generalitat Valenciana ha aportado al Juzgado de Catarroja que lleva la instrucción de lo sucedido y de la gestión de la dana del pasado 29 de octubre incluye un desglose de las llamadas que el servicio recibió a lo largo de aquella trágica jornada. En el escrito, según fuentes de la Generalitat con las que ha contactado El Debate, se detallaría que el número de comunicaciones recibidas «fue similar al de otros episodios de gota fría y de alerta roja vividos anteriormente» en la región.

Para apoyar esa postura, afirman que con el temporal que se produjo en la localidad alicantina de Orihuela en septiembre de 2019, Emergencias atendió un total de 14.374 llamadas entre las 00:00 horas y las 19 de ese día. En comparación, con la riada de la provincia de Valencia el 112 hizo lo propio con 15.188 «en la misma franja horaria».

Todas ellas, sostienen, tuvieron su respectiva «derivación de las incidencias a todos los servicios de intervención correspondientes y pese a la falta de información de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) sobre los desbordamientos de ríos y barrancos». Al mismo tiempo, se habrían estado «movilizando los recursos y medios necesarios para atender cada situación en función de la tipología de la emergencia».

«Emergencias reales, no suposiciones»

«Los servicios técnicos de Emergencias actúan en tiempo real, con protocolos claros, y garantizando la respuesta desde el primer minuto, con criterios técnicos, mediciones hidrológicas y avisos formales que tienen que ser proporcionados por las agencias estatales», inciden las mismas fuentes, apuntando la importancia de que «es gracias a esas llamadas ciudadanas por lo que se activan los servicios de emergencias».

«Ni la CHJ ni ninguna agencia estatal estaban informando en tiempo real de lo que estaba ocurriendo el 29 de octubre en las distintas zonas afectadas por la riada. Precisamente, gracias a los avisos ciudadanos al 112 se pudo activar y desplegar el operativo de respuesta», remarcan. El hecho de que el contacto con Emergencias tuviera un aumento a partir de las 16 horas del día de la dana supone, a ojos de la Generalitat, que los efectivos «se activan en base a situaciones reales, no a suposiciones, y que los primeros avisos ciudadanos son habituales en episodios de lluvias torrenciales», más aún cuando en Chiva la «previsión máxima» de lluvia según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) era de 180 litros y se superaron los 400.

En este sentido, la Administración regional también pone en el foco en los «sistemas de alerta temprana». «Si se hubiera contado con ellos, los servicios de Emergencia habrían podido disponer de más y mejor información para actuar», señalan, dado que son las herramientas que «permiten detectar la crecida de los barrancos y anticipar y minimizar los riesgos de inundaciones».

En cambio, achaca a la Confederación Hidrográfica del Júcar, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, «instalado aún este este sistema de ayuda para la toma de decisiones clave para la seguridad de la población»; y ello, «pese a que el propio Gobierno central reconoce que este sistema de alerta temprana «salva vidas», tal como admitió la ministra Teresa Ribera en su comparecencia del pasado noviembre en el Congreso de los Diputados». «El Gobierno inició los trámites administrativos para la contratación de este sistema que «salva vidas» tres semanas después de la riada del 29 de octubre», matizan.

Pese a lo anterior, la Generalitat recuerda que, junto con el resto de cuerpos de acción, se realizaron «más de 36.000 rescates el 29 de octubre y los días posteriores», «Y todo ello, pese al apagón informativo reconocido ya por la propia Confederación, y la inacción del Gobierno central, que no cortó ni la alta velocidad con Madrid, ni carreteras clave como la A-3 a la altura de Chiva, el by-pass y la pista de Silla», zanjan.