
Documentación del hombre desaparecido en 1984 y fallecido en la dana
Las dos muertes de Miguel: decretada en 1994 y víctima de la dana en 2024
En el momento de su desaparición, el hombre, que tenía problemas mentales, dejó todas sus pertenencias, incluido su DNI
La dana que golpeó Valencia en octubre de 2024 ha sacado a la luz una historia inesperada. Miguel, un hombre que desapareció en 1984 y fue declarado muerto en 1994, seguía vivo hasta que el temporal acabó con su vida. Sus hijas descubrieron la verdad tras la identificación de su cuerpo entre las víctimas del desastre.
El caso se ha conocido a través de Moncloa.com y después del Programa de Ana Rosa, donde una de sus hijas ha relatado lo ocurrido. «Un juez lo dio por fallecido, pero siempre quedaba ese gusanillo de decir... ¿Estará vivo?», dijo. En el momento de su desaparición, Miguel, que tenía problemas mentales, dejó todas sus pertenencias, incluido su DNI. Con el paso del tiempo y sin registros de actividad, un tribunal certificó su fallecimiento. «El último movimiento bancario era de 1980... no había ido al médico, no tiene ni historia clínica», explica su hija.
Durante 30 años, Miguel vivió en la Comunidad Valenciana sin establecer contacto con su familia. Su muerte se produjo el 29 de octubre de 2024, cuando el temporal lo convirtió en una de sus víctimas. «Afortunadamente tenía las huellas dactilares para identificarlo, que si no ni nos enterábamos. Lo encontraron en Cuart de Poblet, pero venía arrastrado de otro sitio», detalla su hija.
Sentimientos encontrados
El impacto de la noticia ha sido enorme para la familia. Durante décadas, sus hijas vivieron con la incertidumbre sobre su paradero. Al no recibir señales de él y tras la declaración oficial de su muerte, terminaron asumiendo su ausencia. La confirmación de que Miguel estuvo vivo todo ese tiempo ha generado sentimientos encontrados. «Ahora resulta que estaba a cuatro horas y media de camino y no ha venido nunca a saber de sus hijas, pues como que estamos un poquito reacias hacia él», ha expresado una de ellas.
Búsqueda de desaparecidos de la Guardia Civil en Cuart de Poblet
El caso de Miguel plantea interrogantes sobre las personas desaparecidas que, por distintos motivos, pueden quedar fuera del sistema sin ser localizadas. La falta de actividad administrativa y el desconocimiento de su paradero llevaron a que se le considerara muerto, cuando en realidad había seguido con vida en España.
Además, la historia resulta llamativa por la dificultad de rastrear a esta persona sin documentación ni registros médicos, a pesar de no haber salido del país. En este caso, solo la catástrofe natural permitió esclarecer su identidad. Mientras su familia intenta asimilar lo sucedido, su historia deja abierta la reflexión sobre aquellos que desaparecen sin dejar rastro y la imposibilidad de conocer si aún siguen con vida.