
El presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, en una imagen de archivo
El templo valenciano de la tapa y el vermú al que Vicente Boluda salvó del hundimiento
El empresario naviero adquirió la mayoría de las acciones de la cervecería Aquarium después de la pandemia, cuando estaba al borde del cierre
Vicente Boluda siempre se ha sentido como en casa en la cervecería Aquarium de Valencia, situada en el número 57 de la Gran Vía Marqués del Turia, en pleno centro de la capital levantina. El empresario naviero y actual presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) tiene ese sentimiento por varios motivos: desde la oferta gastronómica, pasando por la decoración con motivos náuticos hasta que, desde hace unos años, posee la mayoría de las acciones del local.
Este establecimiento fue fundado por Indalecio, Arturo y José en 1957, un año difícil para Valencia, ya que se produjo la riada del río Turia, una tragedia que se lleva recordando en diferentes ocasiones a raíz de la dana del pasado 29 de octubre. Con una clara apuesta por la calidad de sus productos y un buen servicio, el negocio se fue consolidando. Una muestra es que va camino de cumplir 68 años siendo un referente.
Cuando sus ideólogos ya no estaban al frente de la cervecería, los posteriores dueños se encontraron una situación socioeconómica notablemente difícil, lo que les llevó a acumular no pocas deudas e, incluso, a pensar en el cierre definitivo como consecuencia de la pandemia.

Vermú, aceitunas aliñadas y bocadillo típicos de Aquarium, en Valencia
Entre su carta destacan varios imprescindibles. Para el aperitivo, el vermú o el dry Martini son sus mejores bazas. Éstas son aún mejores con tapas como los rabanillos en vinagre, aceitunas aliñadas o el siempre delicioso tomate valenciano. Los bocadillos no se quedan atrás, sobresaliendo el blanquinegre (longaniza y morcilla), el pepito de solomillo de ternera y el de habas tiernas y tortilla de patata.
Una vez ya pensando en comer, la ensaladilla rusa, las patatas bravas o el pulpo serían unas magníficas elecciones como entrantes, pero la carta es mucho más extensa. De cara a los principales, la ensalada valenciana no puede fallar y qué mejor que a este plato le sigan un rabo de toro, unas albóndigas o una carrillada. ¡Buen provecho!