Valencia El parricida de Sueca, culpable del asesinato de su hijo
El jurado ha considerado probado que mató deliberadamente al niño con la intención de causarle «el mayor dolor psíquico posible» a la madre, de quien se había divorciado el acusado
El hombre que confesó haber matado a su hijo de 11 años en su vivienda de la localidad valenciana de Sueca el 3 de abril de 2022 ha sido declarado por unanimidad culpable de un delito de asesinato al considerarle el jurado responsable de haberle clavado «brutal y repetidamente» un cuchillo de forma inesperada para el niño, quien carecía de toda posibilidad de defensa.
De este modo, se considera probado que con esta acción buscó no solo la muerte del hijo común con su exmujer, sino además causar con ello «el mayor dolor psíquico posible» a la madre, a la que causó graves lesiones psíquicas que, a día de hoy, siguen pendientes de curación.
Los miembros del jurado, que comenzaron han dado a conocer el veredicto con el que finaliza el juicio por esta causa que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Valencia. Ahora será el Tribunal de la Sección Cuarta el que le fije la pena. Asimismo, ha sido declarado culpable por unanimidad de haber maltratado, de forma habitual y reiteradamente, a su esposa a lo largo de matrimonio y también de haberla agredido el día 13 de marzo de 2021 cuando estaban los dos en su domicilio después de que ella le reiterara que quería el divorcio y que se había enamorado de otro hombre.
Prisión permanente revisable
De igual modo, le consideran responsable de haber amenazado reiteradamente a su mujer aprovechando ocasiones similares varios días más. Por último, se le declara culpable de un delito de quebrantamiento de condena al haber desobedecido reiteradamente la sentencia que le imponía una pena de prohibición de acercarse a ella a menos de 200 metros durante ocho meses a partir de agosto de 2021, cuando le fue notificada, ni de comunicarse con ella.
Los miembros del jurado no han tenido en cuenta los atenuantes solicitados por la defensa de alcoholismo y trastorno mental y piden que no se le apliquen beneficios penitenciarios ni el indulto. Por estos hechos, la Fiscalía mantiene su petición de prisión permanente revisable por un delito de asesinato porque «la gravedad de los hechos» al causar la muerte de su hijo y el dolor provocado a la muerte «merece la imposición de la pena máxima».
Además, le reclama siete años de prisión por un delito continuado de amenazas, otro de maltrato físico, otro de quebrantamiento de condena, y otro de maltrato físico y psíquico habituales y una indemnización de 300.000 euros para la madre y de 120.000 euros para los abuelos. Por su parte, la familia de la madre y la Abogacía de la Generalitat se han adherido a la petición de pena solicitada por el Ministerio Público, mientras que la defensa ha mantenido, tras conocer el veredicto del jurado, su calificación de los hechos como de homicidio.
Las acusaciones han solicitado, ante el veredicto de culpabilidad emitido por el jurado, prorrogar la prisión preventiva del acusado, ya que en abril se cumplirá el plazo máximo de dos años que marca la ley sin previsiblemente tener sentencia. La defensa ha mostrado su oposición.
«Soy diabólico, estoy endemoniado»
Durante la vista, el hombre reconoció haber matado al menor tras agarrarle del cuello: «Le clavé el cuchillo varias veces», dijo, al tiempo que aseguró que el asesinato no se habría producido si su expareja hubiera frenado los trámites de divorcio. También llegó a confesar que permitió al niño coger el teléfono móvil a su madre mientras le acuchillaba y alegó que ese día iba ebrio.
El suceso tuvo lugar el 3 de abril de 2022 en la vivienda familiar ubicada en Sueca, meses después de que el acusado, de 47 años, se hubiera divorciado de su mujer y se hubiera acordado la custodia compartida del menor, niño muy deseado tras tres inseminaciones artificiales y que cumplió los once dos días antes del crimen, tras 17 años de matrimonio en los que la madre sufrió malos tratos físicos y psicológicos, según afirmaban la Fiscalía y la acusación particular y ha considerado probado el jurado.
Ese día, domingo, el acusado mató a su hijo acuchillándole repetida y profundamente con dos cuchillos de cocina en el cuello, cara, torso y cabeza. El asesinato se produjo tras una discusión. En un momento dado, el acusado le dijo a su hijo «Vaig a per tú!», «voy a por ti», en valenciano, con lo que el menor mandó un mensaje de WhatsApp a su madre diciéndole que si podía ir a por él.
La madre intentó ponerse en contacto telefónico con él sin obtener respuesta hasta que el acusado permitió que su hijo cogiese el móvil. Su madre solo pudo oír cómo el niño la llamaba con un grito desgarrador y se cortó la comunicación. Los forenses indicaron durante el juicio que les llamó la atención que el acusado, sin realizarle ninguna pregunta durante su entrevista, les manifestara tras los hechos frases como «soy diabólico y estoy endemoniado» o «el niño lo ha pagado».