Armada española
El flamante submarino S-81 ante su prueba de fuego: lanzamiento de misiles, torpedos y minas
El submarino S-81 Isaac Peral se pone a prueba el próximo mes de enero con la primera inmersión estática a cota periscópica. Una vez comprobado el funcionamiento de todos los sistemas, se pasará a una inmersión a máxima profundidad, uno de los exámenes definitivos. Posteriormente, según las previsiones, las pruebas incluirán por primera vez el lanzamiento de misiles antibuques, torpedos y minas. La Armada ultima de esta forma los preparativos para los ejercicios de adiestramiento y de certificación del nuevo submarino. La entrega a la Armada está prevista durante el primer semestre de 2023, aunque podría demorarse. Sea como sea, debe completar las pruebas de mar pendientes. El S-81, de diseño y construcción españoles, fue puesto a flote en mayo de 2021, tras una ceremonia presidida por Su Majestad el Rey y con Su Alteza Real la Princesa de Asturias como madrina del buque.
Los submarinos de la clase S-80 incluye un avanzado y completo armamento. Integra un sistema de combate desarrollado por Navantia en colaboración con Lockheed Martin, que suministra el conjunto de sonares, y la capacidad de lanzar misiles tácticos de ataque a tierra.
misiones de guerra
- Guerra antisuperficie: misiles sub-harpoon de largo alcance.
- Guerra antisubmarina: torpedos pesados DM2A4.
- Ataque a tierra: el submarino está preparado para llevar misiles Tomahawk.
- Equipo de lanzamiento de armas: compuesto por estiba para 12 armas largas y 6 tubos lanzatorpedos con descarga positiva.
(Fuente: Navantia)
Navantia pone de manifiesto que, aparte de las seleccionadas por la Armada española para el S-80, el submarino es capaz de integrar otras armas para adaptarse a las demandas concretas. Los sensores y armas instalados en los S-80 le capacitan además para realizar una amplia gama de operaciones. Indra ha desarrollado un innovador radar y todo el sistema de contramedidas, simuladores tácticos y de plataforma. Y además contará con ocho mástiles de tecnología punta y una modernísima y amplia gama de sónares.
objetivos
- Operaciones en aguas someras
- Misiones especiales y de evacuación discreta de personal civil
- Recopilación de datos de inteligencia, reconocimiento y vigilancia
- Minado secuencial de zonas estratégicas
- Misiones de disuasión.
El programa S-80 posiciona internacionalmente a Navantia como autoridad de diseño de submarinos. Los S-80 serán los submarinos convencionales (no nucleares) más avanzados del mundo, con una eslora total de 80,8 metros, un diámetro de 7,3 metros y un desplazamiento en inmersión de 3.000 toneladas.
Asimismo, tendrá un sistema de propulsión independiente de la atmósfera (AIP) que le permitirá obtener energía eléctrica en cualquier profundidad, reduciendo su necesidad de salir a cota periscópica, donde es más fácilmente detectable, y le permitirá permanecer mucho más tiempo en inmersión profunda.
Por otro lado, un Sistema Integrado de Comunicaciones y otro de Control de Plataforma permitirá a la tripulación operar de forma local o remota los sistemas de navegación, propulsión, generación de energía o los mástiles y periscopios, entre otros, tal y como señala Navantia.
Ficha técnica del S-80
• Eslora total: 80,81 m.
• Diámetro: 7,3 m.
• Desplazamiento en inmersión: 2.960 Tns.
Propulsión:
• Potencia motor eléctrico principal: 3.500 kW
• Potencia AIP: 300 kW
• Autonomía a AIP: más de cuatro semanas en función de la velocidad.
Armamento
• 6 tubos lanzatorpedos.
Dotación:
• Dotación propia: 32
• Personal de transporte: 8
• Total: 40
(Fuente: Armada española)
Tras el S-81 llegarán otros sumergibles con nombres de otros pioneros de la navegación submarina: el S-82 'Narciso Monturiol', con entrega prevista en diciembre de 2024; el S-83 'Cosme García', en octubre de 2026 y el S-84 'Mateo García de los Reyes', en febrero de 2028.
El programa S-80 supone también un impulso a la economía y el empleo, con participación de un centenar de empresas de once comunidades autónomas diferentes, generando cerca de 2.000 empleos de calidad directos y de industria auxiliar sólo en la región de Murcia y de forma agregada con hasta 7.000 empleos de calidad en periodos de alta carga. Además, genera un impacto anual en el PIB español superior a los 250 millones de euros.