Fuerzas Armadas
La Armada española envía diez buques en diez meses a Ceuta y Melilla en plena escalada reivindicativa de Marruecos
El patrullero de altura de la Armada española Atalaya, una de las unidades principales de vigilancia de la Fuerza de Acción Marítima, abre sus puertas en Ceuta este viernes para que pueda ser visitado por los ciudadanos que lo deseen entre las 11 y las 20 horas. Su misión principal: su misión fundamental es contribuir a la protección de los intereses marítimos nacionales.
Este tipo de acciones son habituales por parte de la Armada a lo largo y ancho de la geografía española, pero adquieren siempre una especial significación cuando el escenario elegido es Ceuta y Melilla, especialmente en plena escalada reivindicativa de Marruecos. De hecho, en los últimos meses se ha normalizado la presencia de buques de diferente tipo, desde fragatas a patrulleros. El pasado 2 de septiembre, las fragatas Reina Sofía (F-84) y Canarias (F-86) recalaron en Melilla, donde protagonizaron una jornada de puertas abiertas. Otro reciente ejemplo tuvo lugar el pasado día 25 de agosto. Entonces, el patrullero de altura de la Armada Centinela hizo escala en el puerto de Melilla. A finales de noviembre de 2022, la Reina Sofía (F-84) llegó a Ceuta; y las Navarra (F-85) y Canarias (F-86), acudieron a Melilla. En enero fue el Patrullero Atalaya, que ahora repite. El pasado marzo le tocó el turno al Buque de Acción Marítima (BAM) Rayo P-42, que recaló en el puerto de Melilla. Y también visitó la ciudad autónoma el buque de asalto anfibio Galicia, con sus 160 metros de eslora. En total, la Armada ha hecho acto de presencia en Ceuta y Melilla con al menos diez buques en los últimos diez meses.
El pasado día 3 de septiembre, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en funciones, José Manuel Albares, sacó pecho del «éxito» que está suponiendo la 'hoja de ruta' pactada entre España y Marruecos y aseguró que «va a continuar», aunque sin brindar detalles sobre el proceso de apertura de la aduana de Ceuta y Melilla.
«Una hoja de ruta supone un proceso, un compromiso a largo plazo entre ambos países», subrayó Albares en una entrevista con Europa Press. Pero lo cierto es que Marruecos, como viene contando El Debate, mantiene una estrategia «híbrida» respecto a Ceuta y Melilla y no pierde ocasión de reclamar las ciudades autónomas españolas.
El día 5 de este mes, un artículo del Daily Telegraph volvía a levantar polémica sobre la pertenencia de Ceuta a España, indicando incluso que se trata de «una pepita de España en Marruecos», comparándola con Gibraltar, espacio del que dicen es «una porción de Inglaterra en España». Pero no ohace falta irse demasiado lejos en el tiempo. El pasado mes de agosto se originó la enésima polémica al publicarse que la embajada del reino de Marruecos en España incluye un mapa en el que se anexiona las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla.
La misión del Atalaya, como de la delos patrulleros de su clase, se realiza a través de la vigilancia sistemática de los espacios de soberanía con el objeto de detectar e informar de actividades de carácter extraordinario, controlar posibles violaciones o infracciones de la legislación internacional en el ámbito marítimo e impedir actividades que puedan afectar a nuestros intereses nacionales.
El Atalaya es el cuarto y último buque de la Clase Serviola. Su construcción se inició en diciembre de 1989 en la factoría de la Empresa Nacional Bazán (actualmente Grupo Navantia) en Ferrol, y fue entregado a la Armada el 29 de junio de 1992. Tiene su base en la Estación Naval de La Graña (Ferrol) y opera directamente a las ordenes del Jefe del Mando de Acción Marítima de Ferrol, tal y como señala la Armada.