Armada española  Un patrullero permanente para Melilla mientras Marruecos exhibe su sistema de defensa aérea

El nuevo patrullero de vigilancia costera «Isla Pinto» (P-84), construido por el astillero vigués Rodman, cumple sus primeros cien días desde que fue entregado a la Armada española, el pasado mes de junio. El buque, de 21 metros de eslora y que alcanza velocidades de 32 nudos, tiene una capacidad para albergar hasta 16 personas a bordo. El patrullero, con base en Melilla, está integrado en la Fuerza de Acción Marítima, y se va a encuadrar en la clase «Toralla», complementando al patrullero de vigilancia «Isla de León» (P-83), con base en Ceuta.

El objetivo de ambos patrulleros es claro: su cometido principal es la vigilancia permanente de las aguas que rodean la ciudad autónoma de Melilla, además de estar preparado para «proteger los intereses marítimos nacionales y el control de los espacios marítimos de soberanía e interés nacional», como subraya la Armada.

Antes de su llegada a a su puerto base en Melilla, el Isla Pinto cumplimenta un proceso de «navalización», armado y pertrechado, que tiene lugar en los Arsenales Militares de Ferrol y de Cartagena. El nombre «Isla Pinto» hace referencia a una isla artificial situada en Mahón que data de 1768, y que fue construida por los británicos. Desde 1782 pertenece a la corona española tras la reconquista de Menorca.

Hay que subrayar, una vez más, que este refuerzo se produce en un contexto ciertamente complicado en la zona. La presión en el Sahel sube en los últimos tiempos de forma acelerada, mientras marruecos no cesa en sus reivindicaciones sobre las dos ciudades autónomas españolas y procede a un rearme acelerado con el impulso de Estados Unidos e Israel. Precisamente en este último país Marruecos ha hecho un alarde de fuerza con la presentación de su sistema de defensa aérea.

En febrero de 2022, Marruecos adquirió un nuevo sistema de defensa aérea y antimisiles, el sistema israelí Barak MX, desarrollado por la compañía Israel Aerospace Industries. Este sistema consta de un centro de control, desde donde se se coordinan las redes de operación y el lanzamiento de misiles. Consta asimismo de un sistema de radares para la detección de amenazas aéreas. Israel Aerospace Industries incorpora misiles de lanzamiento vertical con «cobertura en los 360 grados, reacciones rápidas, rangos mínimos cortos y un radar de radiofrecuencias activo», según la información difundida por la propia compañía.

Estos misiles tienen tres rangos de alcance: 35km, 70km y 150km, y pueden alcanzar una altitud de entre 20 y 30 kilómetros. El lanzador vertical tiene una capacidad de 8 misiles, según los datos facilitados por la compañía.