Ejército del Aire y del Espacio  Los F-18 españoles siguen adelante y controlan a los drones rusos en una zona de alto riesgo

la tragedia se cebó ayer con un F-18 español, cuyo piloto murió en un accidente al estrellarse el caza de combate en el municipio turolense de Peralejos. El fallecido era un veterano piloto del Ala 12 del Ejército del Aire y del Espacio, el teniente coronel Pablo Estrada. La tragedia ha puesto el foco en los F-18, míticos cazas de combate que mantienen su actividad.

Los F-18 continúan su labor al servicio de España y tras el recrudecimiento de los ataques rusos en localidades ucranianas próximas a la frontera con Rumanía, los cazas españoles destacados en este país mantienen con los aliados la protección del espacio aéreo.

Según ha informado el Estado Mayor de la Defensa, el Destacamento Aéreo Táctico (DAT) Paznic está vigilando las «actividades de drones rusos en la frontera entre Ucrania y Rumanía para la vigilancia y protección del flanco oriental de la OTAN». Desde la pasada semana, han sido activados en distintas ocasiones cazas españoles F-18 debido a la escalada de tensión de los bombardeos rusos mediante el uso de aeronaves no tripuladas en la región ucraniana de Odessa. El informe de la Defensa española pone de relieve la peligrosidad de una zona de alto riesgo. Y, al mismo tiempo, evidencia las características de la misión española, en un entorno de gran tensión y volatilidad.

La primera de las activaciones se realizó como respuesta a drones lanzados por las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa sobre la ciudad fronteriza de Izmail, situada en la ribera del río Danubio. «Parejas de cazas F-16 de la Fuerza Aérea de Rumanía se fueron turnando a lo largo de la madrugada con F-18 del destacamento español ‘Paznic’, localizado en la Base Aérea de Mikhail Kogalniceanu», informa el Estado Mayor. De forma conjunta, establecieron la vigilancia en las inmediaciones de la ciudad rumana de Babadag, situada en el Delta del Danubio.

Durante los siguientes días, los F-18 españoles, en coordinación con los aviones rumanos F-16, han despegado, en distintas ocasiones, con carácter de urgencia (scramble) para realizar patrullas de vigilancia con el objetivo de controlar que drones rusos no cruzasen la frontera con Rumanía.

Asimismo, los aviones españoles también han realizado actividades de policía aérea, apoyando la misión de una aeronave de alerta temprana y control aerotransportado (AWACS, en sus siglas en inglés) E-3 de la OTAN, que estuvo operando sobre territorio rumano en las cercanías del Mar Negro. Todas estas operaciones están controladas por el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC) de Torrejón, y se enmarcan en las actividades de protección y vigilancia de la OTAN para proteger el espacio aéreo oriental aliado.