Buque de Acción Marítima (BAM) Tornado de la Armada españolaArmada Española

Armada española

Un buque de acción marítima se despliega dos meses para vigilar el estrecho de Gibraltar

El Buque de Acción Marítima (BAM) Tornado (P-44) de la Armada ha iniciado una misión de vigilancia marítima por más de dos meses. Durante dicha misión operará en el estrecho de Gibraltar y el Mar de Alborán, reforzando la seguridad y colaborando en tareas como el control de inmigración y la lucha contra actividades ilícitas, dos de los grandes problemas que existen en la actualidad en este punto estratégico del escenario internacional.

El estrecho es una de las principales rutas de inmigración ilegal hacia Europa. Miles de personas intentan cruzar cada año desde África, reeditando un drama del que se nutren las mafias que explotan la desesperación. El combate de estas redes criminales es uno de los cometidos permanentes del buque Tornado, con capacidad para desarrollar operaciones contra el tráfico de personas.

Buque de Acción Marítima (BAM) Tornado (P-44)Armada Española

El estrecho es también un corredor clave para el tráfico de drogas y de armas. En particular, el hachís procedente de Marruecos se transporta a gran escala hacia Europa a través de este paso. A finales de noviembre, por poner un ejemplo, agentes de la Policía Nacional desarticularon en Algeciras una organización criminal dedicada a la introducción de hachís en nuestro país procedente de Marruecos utilizando aeronaves no tripuladas: los «narcodrones».

Las fuerzas de seguridad españolas realizan constantes intervenciones para frenar estas actividades delictivas, pero el control completo de las rutas clandestinas resulta extremadamente complicado debido a la geografía y al volumen de tráfico marítimo. Por ello, hay que destacar también la misión permanente de los buques de acción marítima en cuanto a control de actividades y tráfico marítimo (mercancías peligrosas y tráfico de armas).

A bordo del Buque de Acción Marítima (BAM) Tornado (P-44)Ministerio de Defensa

Por otra parte, hay que destacar que la soberanía sobre el Peñón de Gibraltar sigue siendo motivo de fricciones diplomáticas entre España y el Reino Unido. En la actualidad, existe una fuerte polémica por la construcción de un macroproyecto urbanístico que incluye la creación de nuevas infraestructuras en la costa oriental de Gibraltar y que está ganando terreno a costa de las aguas de soberanía españolas.

Además, el aumento de la influencia de Marruecos en la zona, unido a su progresivo proceso de rearme, plantea nuevos desafíos para España. Rabat ha intensificado su control sobre sus aguas territoriales y promueve reclamaciones sobre zonas marinas cercanas a las Islas Canarias, así como sobre los peñones de soberanía española. En este sentido, son periódicas las campañas en Marruecos para reclamar la soberanía de las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla, las Islas Canarias y cinco islotes, entre ellos Perejil, que «siguen ocupados por el Estado español». Por si fuera poco, el paso de buques de la Marina rusa se ha intensificado tras la invasión de Ucrania, lo que ha añadido nuevos elementos de tensión.

El buque Tornado

En este contexto, el Tornado lleva a cabo misiones de acción marítima de carácter militar relativas al control del mar contra amenazas asimétricas o convencionales de pequeña entidad, principalmente en escenarios de baja intensidad, mediante el desarrollo de cometidos de presencia (disuasión) y vigilancia marítima (prevención) así como acciones limitadas de neutralización. El Tornado dispone de una eslora de 93,90 metros y una manga de 14,2.

El buque «Tornado» de la Armada y su embarcación semirrígida «RIBH»Estado Mayor de la Defensa

El Programa del Buque de Acción Marítima (BAM) surge ante la necesidad de reemplazar a un conjunto de buques de la Armada Española con características muy heterogéneas, dedicados en su mayor parte a tareas de vigilancia y patrullaje que estaba próximo a finalizar su vida útil. El resultado final fue un buque de tamaño moderado construido por Navantia, con altas prestaciones y gran versatilidad en cuanto a las misiones en comparación con otros buques, tanto en coste de adquisición como en ciclo de vida reducido.

El día 31 de julio de 2006 la Armada Española y Navantia firmaron la Orden de Ejecución para la fabricación de 4 BAM. La última de estas unidades fue entregada en 2012. Así mismo, el 1 de agosto de 2014 se autorizó la construcción de 2 unidades más, entregadas en 2018.