Unidades navales rusas: un buque remolcador y el submarino Krasnodar, de la clase Kilo II
Armada Un «agujero negro» en el Mediterráneo: una fragata española detecta a un sigiloso submarino ruso
La fragata española Álvaro de Bazán, integrada en la Agrupación Naval Permanente de la OTAN nº2 (SNMG-2), ha llevado a cabo el seguimiento y monitorización del submarino ruso Krasnodar, de la clase Kilo II, en aguas del Mediterráneo Oriental, según ha confirmado el Estado Mayor de la Defensa.
El submarino, acompañado por el buque remolcador Evgeniy Churov, se encontraba en tránsito hacia el puerto de Alejandría (Egipto). La Álvaro de Bazán también realizó el seguimiento del remolcador hasta que ambos navíos rusos se separaron y tomaron rumbos distintos.
El submarino ruso tiene un potente armamento. Está armado con seis tubos lanzatorpedos, pero una de las claves de su potencia es su capacidad para lanzar misiles de crucero Kalibr-PL, que pueden alcanzar objetivos terrestres y marítimos a largas distancias. Aunque los datos sobre el armamento ruso son limitados, se estima que la autonomía de esta clase de sumergibles es de 45 días. Se trata de una unidad del Proyecto 636.3, conocido en la clasificación de la OTAN como clase Kilo II. Estos submarinos diésel-eléctricos se caracterizan por su alto grado de sigilo, lo que les ha valido el apodo de «Agujero Negro» entre las fuerzas navales occidentales debido a su capacidad para operar de manera casi indetectable. Su peculiar diseño aerodinámico y un revestimiento de placas anecoicas contribuyen a esa «invisibilidad». Para evitar la detección por el sónar, los submarinos emplean a menudo un recubrimiento que absorbe el sonido, las denominadas placas anecoicas: son un recubrimiento para absorber y atenuar el sonido, fabricado con materiales fonoabsorbentes. El submarino cuenta con modernos equipos de sonar para la detección y seguimiento de objetivos en entornos submarinos complejos. El Krasnodar ha participado en diversas misiones en el Mar Mediterráneo.
El aumento de la actividad naval rusa en áreas cercanas a España ha generado inquietud sobre la seguridad de infraestructuras críticas, como los cables submarinos. Las autoridades españolas, en colaboración con sus homólogas portuguesas y francesas, han intensificado las operaciones de vigilancia a estas infraestructuras esenciales.
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La fragata Blas de Lezo dispone de un sistema de combate AEGIS, asociado al radar multifunción SPY 1-D, que le proporciona una gran capacidad de detección, incluso en zonas difíciles como aguas costeras, así como gran potencia de fuego. La fragata «Blas de Lezo» es la tercera de la clase «Álvaro de Bazán» y pertenece a la 31ª Escuadrilla de Superficie, basada en Ferrol. Fue construida en los astilleros de Navantia en Ferrol, y entregada a la Armada Española en el año 2004. El lema del buque es «Ornatus mei arma sunt requies mea pugnare»: «Mis arreos son las armas, mi descanso la pelea».
Así es la fragata Blas de Lezo (F-103)
Así es la fragata Blas de Lezo (F-103)
Las Agrupaciones Navales Permanentes de la OTAN (SNF) están compuestas por dos grupos de escoltas (SNMG) y dos grupos de cazaminas (SNMCMG). Estas fuerzas garantizan una presencia marítima constante de la Alianza en áreas estratégicas como el mar Mediterráneo, el mar Negro, el mar Báltico, el Flanco Norte y el Corredor Sur, que se extiende desde el estrecho de Ormuz hasta el canal de Suez, incluyendo las costas de Somalia.
Fragata ‘Álvaro de Bazán’ de la Armada española
La SNMG-2, que opera en el Mediterráneo, forma parte de la «Fuerza Marítima de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN» (VJTF-M) en el marco de la operación Noble Shield. «Con su participación en estas misiones, España reafirma su compromiso con la Alianza Atlántica y su solidaridad con el resto de países miembros, contribuyendo a la disuasión y la defensa colectiva en el ámbito marítimo», subraya el Estado Mayor de la Defensa.
