Estas son las 100 palabras gallegas para designar la lluvia
El optimismo gallego a prueba de bomba: «E se chove, que chova» para «vivir como galegos»
«E se chove que chova» es la esencia misma de la vida en Galicia. Esta afirmación es mucho más que la simple aceptación del clima; es el reflejo de la resignación serena que define la relación de los gallegos con la lluvia; que les hace disfrutar de la de la simplicidad de la vida cotidiana.
Con su topografía montañosa y por su clima atlántico húmedo, Galicia es el escenario perfecto para la lluvia. En estas tierras, la lluvia va más allá de ser un simple fenómeno meteorológico ya que no solo cae sino que también danza, susurra, canta y pinta los paisajes gallegos, testigos del romance eterno entre ésta y la naturaleza. Con cada una de las gotas crea un lienzo porque en Galicia la lluvia es arte y ha inspirado a poetas, pintores y músicos gallegos a capturar su belleza efímera en sus obras. Desde los versos de los trovadores medievales hasta las obras maestras de los pintores contemporáneos, la lluvia en Galicia es una fuente inagotable de inspiración creativa.
La belleza de esta región se ve en su variada gama de paisajes moldeados por la frecuencia de días lluviosos que tiene cada año. Además, Galicia exhibe una riqueza lingüística notable, especialmente en su idioma gallego, que ofrece una amplia selección de términos para describir la lluvia en función de su intensidad, acompañamiento de viento o nieve, y con variaciones según la región geográfica donde se hable
Múltiples formas de hablar de «choiva»
Chuvia, Chuva o choiva es el término general que se utiliza en Galicia para para referirse a este fenómeno atmosférico. Y aunque estas son las formas más habituales de denominar las precipitaciones, existen muchas otras recogidas por la Real Academia Gallega.
De este modo, cuando la precipitación congelada adopta la forma de granizo, se le llama «saraiba», mientras que si es repentina, vigorosa, y brevemente acompañada de viento, se emplea el término «treboada». No obstante, existen diversas formas de referirse a la lluvia en Galicia, estos son algunos de los términos utilizados en la región.
Para hacer referencia a la lluvia suave, esa que parece que no moja pero que incomoda mucho, se utilizan términos como: babuxa, babuña, barbaña, barbuza, barrallo, barrufa, barruñeira, barruzo, barruzada, borrallada, borralla, boubizo, breca chuvisca, chuviñada, Chuviscada, froallo, lapiñeira, marmaña, mexadeira, mocalleira parrumada, patiñeira, poalla, poalleira, zarzallo.
Otra terminología utilizada para referirse a la lluvia menuda que se diferencia por el tipo de gota que cae, que en este caso es blanda: Morriña, morriñada, poalla, poallada, poallo, poalleira, zarapallada, zarzallo. Pero además, si tiene poca duración, los términos utilizados para este tipo de lluvia son: Orballo, orballada, orballeira y orballiscada, que es un orballo muy fino que parece que no llueve nada, pero moja mucho.
En el polo opuesto está la lluvia fuerte y abundante: arroiada, diluvio, dioivo, dioiva. También está la lluvia intensa que normalmente va acompañada de viento y tiene poca duración: Ballón, basto, bétega, bategada, brea, cairo, cebra, chaparrada, chaparrazo, chuvascada, chubasco, chuveira, chuviñeira, tromba, torboada, torbón, treboada y trebón. Por el contrario, si se prolonga en varios días ya estaríamos hablando de balloada o decembra que es un tipo de lluvia habitual en el mes de diciembre.
Cuando el viento es tan protagonista como la lluvia, por ser fuerte y gélido se está haciendo referencia a este fenómenos atmosférico con términos como: Xistra, brea, cifra, ciobra, rebelaxe o zarracina.
Para referirse a la tormenta : Torbada, torbón, treboada y trebón. En caso de terminar en granizo: graínzo, pedra, pedrazo, salpedrés, sarabia o escarabana que es una lluvia de agua muy fría con sarabia. Y para hablar de aguanieve: auganeve, torba. Si a la nieve se le une el viento: calistro, cebrisca, cebrina, coriscada, corisco...
Pero aún hay más, porque si además de lluvia hay niebla: Borraxeira, mera, neboeira, neboeiro, salseiro, fuscallo, barruzo, breca... También la lluvia de marzo tiene su propio término, marceada, que hace referencia a un tiempo con claros y lluvia propio de este mes.
Con la cantidad de nombres que existen en Galicia para denominar a este fenómeno atmosférico no cabe duda que Galicia es tierra de lluvias. Si te pilla a la intemperie es mejor esperar a que escampe en un lugar cubierto para no quedar mojado «como un pito» sobre todo cuando «chove a caldeiros o a mares».