La tradición que Fraga utilizaba con sus consejeros y que ahora ha copiado Illa
El presidente gallego elegía siempre los monasterios y, además, hacía coincidir la reunión con las vísperas de Semana Santa
Durante su mandato, Manuel Fraga tomó la decisión que los consejeros de su Gobierno pasarían unos días al año encerrados en un monasterio. Ahora, el recién estrenado como presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, imita la tradición y mantiene reunidos a los miembros de su ejecutivo regional en el Monasterio de Poblet en Tarragona.
Illa celebrará el 'encierro' durante este viernes y este sábado. Primero saludaron al abad Rafel Barruè y se trasladaron al archivo Montserrat Tarradellas para hacerse la foto de familia. Antes del encuentro en Poblet, el presidente Illa visitó el Ayuntamiento de Vimbodí i Poblet acompañado de su alcalde, Joan Canela.
Con la reunión, Illa pretende poner en común los planes de trabajo de cada uno de los departamentos y fijar una hoja de ruta del Ejecutivo, tal como explicó la consellera y portavoz del Govern, Sílvia Paneque.
La estadía recuerda a las celebradas por el presidente gallego Fraga entre los años 1991 y 2005. El líder popular elegía vísperas de Semana Santa y se celebraba en el monasterio de Samos o el de San Estevo de Ribas de Sil, entre otros. Durante esas reuniones se tomaron decisiones importantes que dieron como resultado el segundo plan de carreteras de Galicia. «Que paseen por los claustros», exigió Fraga a los catorce miembros de su gabinete en el año 2005. En aquel momento, el presidente gallego no pasaba sus mejores días al filtrarse una carta de José María Aznar en la que se veía el enfado de este con unas declaraciones de Fraga en las que decía que no había recibido la suficiente ayuda de su Gobierno durante la crisis del Prestige.
En el 97, Fraga reunió en el monasterio de Oseira (Orense) a su equipo para preparar la campaña electoral que calificó como la «próxima gran batalla de Galicia y de España». «Vamos a trabajar como todos los años, no hay nada especial», declaró Fraga a su llegada al monasterio.
Ahora, el presidente catalán ha decidido hacer uso de esta tradición para establecer las líneas estratégicas de su recién conformado ejecutivo con la vista puesta en la complicada relación con sus socios y la afectación que el Gobierno de Pedro Sánchez provocará sobre ella.