Inés Rey, la alcaldesa que prometió «espacios públicos» cuidados y que tiene La Coruña llena de basura

Los vecinos de La Coruña se han acostumbrado a tener que convivir con la basura acumulada en las calles e incluso en algunos puntos tienen que caminar sobre ella para poder seguir su camino. Seis semanas después de que comenzase la huelga en el servicio de recogida que gestiona Prezero, esta situación se ha vuelto totalmente habitual, como la quema de contenedores casi diaria que se produce en la ciudad y que ha dejado un reguero de desperfectos en coches y edificios. Mientras, la máxima responsable en encontrar una solución, la alcaldesa Inés Rey (PSOE), sigue sin hacerlo tras más de un mes.

El Ayuntamiento decretó la emergencia sanitaria el 22 de julio y contrató a otra empresa, Valoriza, para que retirase parte de los residuos de la vía pública. El balance desde entonces es de 550 toneladas recogidas, según los datos facilitados por el Gobierno local. Pese a esto, las montañas de desperdicios perviven. El portavoz del PP coruñés, Miguel Lorenzo, explicó recientemente «que esta decisión debía haberla tomado antes porque la ciudad ha llegado a la situación insostenible» y las calles continúan llenas de desperdicios.

Al no conseguir recuperar la normalidad, el Ejecutivo municipal anunció el pasado viernes que decretaría la «emergencia total» en la ciudad, es decir, la nueva empresa asume la recogida en toda la urbe.

Tampoco han cesado los actos vandálicos que se suceden casi todas las noches. Han ardido 159 contenedores desde que comenzó la protesta, con daños valorados en cerca de 400.000 euros. Además, se han originado importantes desperfectos a edificios y coches.

Antes de que arrancase este conflicto, a menos de una semana del comienzo previsto de la huelga en el servicio de recogida, la alcaldesa realizó un llamativo movimiento: una remodelación en la estructura del Gobierno local, en la que cambió de departamento a la hasta entonces concejal de Medio Ambiente, Noemí Díaz (que tenía encomendada llevar las negociaciones sobre el conflicto) y la reubicó en la Concejalía de Infraestructuras. En su lugar, Inés Rey situó a Yoya Neira, que hasta ese momento dirigía Servicios Sociales.

Inés Rey, alcaldesa sin ganar elecciones

La máxima responsable de gestionar esta crisis, que mantiene llena de basura la ciudad, es la alcaldesa Inés Rey (PSOE), que llegó al poder tras las elecciones municipales de 2019, en las que logró un 30,02 % de los votos escrutados. Quedó en segundo lugar, tras el Partido Popular (con un 30,34 %), pero, al no haber una mayoría absoluta, el apoyo que recibió del resto de formaciones de la Corporación municipal, Marea Atlántica y BNG, le permitió hacerse con el bastón de mando.

En 2023 se volvió a repetir una situación similar. Los socialistas, liderados por Rey, obtuvieron el 31,5 % de los sufragios, quedando, de nuevo, en segunda posición. La formación más votada fue otra vez el PP, que consiguió el 36,54 % de las papeletas. Sin embargo, los pactos favorecían a los socialistas. El BNG depositó su confianza en Inés Rey y le permitió permanecer en el poder cuatro años más.

Las obras «imprescindibles» pendientes

La apuesta de Inés Rey fue la de un gobierno basado en la «amabilidad y acuerdo», según afirmó en el discurso que ofreció en 2019 tras ser nombrada alcaldesa de La Coruña.

En aquella primera intervención como primera edil de la ciudad, afirmó que sus principios a la hora de actuar se basarían «en una ciudad moderna en la que se cuiden los espacios públicos» (en la actualidad llenos de basura) y enumeró otros proyectos que sería necesario abordar, como el desarrollo de la fachada marítima (tras cinco años en el poder se ha acordado crear una comisión en la que participen todos los implicados para analizar su futuro).

También hizo referencia a grandes infraestructuras pendientes de ejecución, entre las que citó el tren al puerto exterior (desbloqueado por el anterior presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, del PP, tras una reunión con el ex ministro de Transportes, José Luis Ábalos, del PSOE), el conocido como Vial 18, una carretera para mejorar los accesos a la ciudad (todavía sin concretar), y la estación intermodal (en obras). “Todas ellas son imprescindibles para que esta ciudad recupere el liderazgo económico y social", aseguró Rey en 2019.

Una de las iniciativas estrella de la actual regidora es la reforma de los Cantones, un espacio histórico y muy concurrido del centro de la ciudad. El anteproyecto fue anunciado en 2020 y no se conoció la propuesta definitiva hasta cuatro años después, en 2024. Por el momento no ha habido más avances.

Otras viejas demandas por parte de los coruñeses tampoco terminan de arrancar, como es la rehabilitación de la antigua cárcel provincial de la Torre de Hércules, que, poco a poco, se deteriora sin que el Ayuntamiento ponga fin a esta situación. También es el caso de Los Arcados de Riazor, unos bajos situados a pie de playa que llevan sin uso desde hace más de dos decenios y que se encuentran totalmente abandonados.

Polémica expulsión

La gestión de Inés Rey al frente del grupo municipal del PSOE de La Coruña tampoco ha estado exenta de polémica. En el anterior mandato, de 2019 a 2023, la alcaldesa destituyó a la entonces secretaria general de la Agrupación Socialista Coruñesa, Eva Martínez Acón, como concejal de Empleo, lo que supuso su salida forzada del Ejecutivo municipal.

El motivo que alegó el Ejecutivo dirigido por Inés Rey fue la supuesta «nula dedicación a las tareas de gobierno» por parte de Acón. Esta última aseguró que esta decisión se debió, según explicó en una carta a la militancia, a que había reclamado «las aportaciones (económicas) que el grupo municipal socialista y algunos concejales y concejalas adeudan» al partido.

En las elecciones de 2023, Inés Rey dejó fuera de la lista electoral a otra concejal que le había apoyado antes de llegar al poder, durante el proceso de primarias. Se trata de Esther Fontán, que en el primer mandato asumió las responsabilidades de Medio Ambiente.