El portavoz del PSOE, Gonzalo Muíños, con tres ediles que lo apoyan: Mila Castro, Mercedes Rosón y Marta Álvarez.EUROPA PRESS

Los concejales díscolos del PSOE de Santiago rechazan el cambio de portavoz

Han denunciado presiones para ceder un acta en el Ayuntamiento para que el secretario general local pueda entrar en la Corporación

Los cuatro concejales díscolos del PSOE de Santiago han rechazado el cambio de portavoz propuesto por la dirección del partido y han denunciado presiones para ceder un acta en el Ayuntamiento para que el secretario general local, Aitor Bouza, pueda entrar en la corporación.

«¿De qué sirve la lealtad cuando lo que se quiere es reemplazar a los concejales, si lo que se quiere es que uno de nosotros se vaya para que la coja Aitor Bouza? Eso, solo eso, es lo que está en el fondo de todo», ha defendido el hasta ahora portavoz, Gonzalo Muíños, en una rueda de prensa este lunes en Raxoi acompañado por las concejalas Mila Castro, Mercedes Rosón y Marta Álvarez.

Tras rechazar uno a uno todos los argumentos que han supuesto su suspensión, Muíños ha insistido en que la ejecutiva local «solo busca sustituir al grupo» y ha reiterado que se defenderá «hasta el último día», ya que tiene 10 días de plazo para presentar recurso ante el Comité de Ética y Garantías.

Ha negado las acusaciones de no convocar al responsable local a las reuniones y ha dicho que Bouza era citado a las reuniones antes del pleno acompañado por la vicesecretaria general, Marta Álvarez Santullano, algo a lo que desde el grupo «nunca» pusieron objeción aunque «según los estatutos su presencia no estaría justificada». «Los correos están ahí y eso no es posible trampearlo», ha enunciado mientras mostraba los mails.

En todo caso, sí que ha indicado que a partir de la votación de la ordenanza de las viviendas turísticas «se dejó de convocar». «Pero no fue una acción, sino una reacción a la apertura de los expedientes disciplinarios», ha aclarado.

Asimismo, una vez detallado los motivos en los que se basa su suspensión, el edil ha aseverado que «lo único que queda claro es que son solo excusas» para efectuar «un plan acordado por Bouza y Santullano con el apoyo necesario de Bernardo Fernández», el secretario provincial en La Coruña.

A continuación, ha tomado la palabra Mercedes Rosón, que ha subrayado que los cuatro concejales que este lunes han comparecido no se han prestado a «participar en sentarse en la mesa de reparto de cargos».

En esta línea, ha sostenido que la sanción por la votación de la ordenanza de las viviendas de uso turístico era «una excusa» para abrir el expediente y conseguir «el objetivo real». Ha mostrado su «respaldo absoluto» a Muíños que, a su juicio, ha hecho un trabajo «tremendamente duro» en una situación «muy complicada» y «sorteando muchas presiones que no todo el mundo sería capaz de soportar».

También ha apelado Rosón, al igual que Mila Castro y Marta Álvarez, a los órganos superiores del partido y, en concreto, al secretario general del PSOE gallego, José Ramón Gómez Besteiro, para que revise el expediente «de forma pausada» y vean que «todo esto no tiene ningún sentido».

No reconocen a otro portavoz

Asimismo, sobre la portavocía del grupo tras la suspensión de Muíños, las ediles han reiterado que no reconocen a otro portavoz que no sea él, después de que la dirección propusiese a Sindo Guinarte y el grupo lo rechazase.

Cuestionadas sobre si están dispuestas a asumir que sean expulsadas del partido, Rosón ha respondido que «claro», insistiendo en que lo que han dicho «tiene que ver con un interés muy claro»: «Que nos fuéramos».