Policía Nacional en Vigo

08/4/2024

Policía Nacional en Vigo 08/4/2024Europa Press

Un okupa se queja a la policía de que el dueño del piso le molestó para pedirle que se vaya

El dueño acusa al intruso de montar un narcopiso y está dispuesto a «controlar y defender su propiedad»

La comisaría de Vigo recibió, el fin de semana, la llamada de un okupa pidiendo ayuda porque su casero acudió a la vivienda a decirle que abandonase inmediatamente el inmueble porque le acusó de montar un narcopiso y de «amargar la vida» a todo el edificio..

Los agentes acudieron a lugar tras la llamada del okupa, un céntrico edificio de la calle de Venezuela en Vigo, con tres coches patrulla de la Policía Nacional, sorprendiendo a todos los viandantes que no sabían lo que estaba pasando, aunque algunos comerciantes comentaron que en ese edificio se estaban perpetrando numerosos robos en viviendas en los últimos tiempo, según recoge La Voz de Galicia.

Los testigos vieron cómo agentes de paisano entraban en el portal, examinaban la puerta y hablaron con ambas partes para recoger sus respectivas versiones.

Finalmente el dueño tuvo que marcharse del inmueble porque los policías nacionales no podían hacer más, informándole que una de las posibilidades que tiene es la de solicitar a los tribunales su desalojo a través de una orden de ejecución de desahucio. Mientras tanto el okupa sigue residiendo en el piso en situación de precario.

Indignación del casero

Aún así, el dueño de la vivienda anuncia que se pasará más veces por el edificio e incrementará sus apariciones para «controlar y defender mi propiedad».

Al salir del portal, el casero calificó la situación de «insostenible» y «delirante». «En este piso hay un chico que vende drogas, ha montado un narcopiso y es un okupa. Le dije: ‘Te tienes que ir y él llamó a la policía y les dijo que yo estaba molestando», asegura.

El dueño del inmueble añadió que, hace poco, unos delincuentes acudieron al narcopiso a cobrarle al okupa una deuda por las malas: «Le pusieron unas bridas al joven, que se dedica al menudeo, porque les debía dinero, creyó que lo iban a matar o secuestrar». Los gritos alertaron a un vecino que llamó a la policía para quejarse del ruido.

La convivencia se hizo más difícil en el edificio, resalta el casero, a causa del okupa: «Le hace la vida imposible a toda la comunidad de vecinos, han presentado una reclamación y hace poco hubo una intervención policial porque un residente se quejó de los gritos».

El dueño añade que el joven intruso se coló en el inmueble sin contrato de alquiler, que lleva «meses y meses» allí metido sin pagar ni un euro y que comparte piso con tres inquilinos, «muy buenas personas», uno de ellos mayor y con un trasplante.

El casero lamenta que «la situación se haya ido agravando y que el problema no es el dinero, él amarga la vida a la comunidad de vecinos». Además, se quejó de que «la policía no hace nada» pese a que la comisaría «tiene constancia de que en ese piso se trapichea».

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