Es la única capilla del mundo recubierta de conchas

Es la única capilla del mundo recubierta de conchasTurismo de Galicia

Esta es la única capilla en el mundo cubierta de conchas y está en España

Es un método para evitar que las fuertes lluvias deteriorasen la estructura

Galicia es una región rica en historia, cultura y tradiciones y algunas de ellas llaman la atención por algún rasgo, ritual o historia que las hace únicas.

La concha es un símbolo omnipresente en la cultura gallega que tiene una profundo significado tanto en el contexto del Camino de Santiago como en la vida cotidiana y la tradición marítima de la región. La concha además de ser un emblema de peregrinación, en la tradición del mar es un molusco muy preciado y en la vida cotidiana es un elemento decorativo más que se suele usar a modo de cenicero o como instrumento musical que acompaña los cánticos tradicionales.

Pero además, la concha también sirvió, en su momento, como un método para preservar la fachada de una edificación pues ayudaban a aislar las edificaciones de la humedad.

Una capilla única en el mundo

La Capilla de San Caralampio es un pequeño santuario que se ha convertido en un símbolo distintivo de La Toja, ubicada en las Rías Bajas. Su peculiaridad, que radica en su recubrimiento exterior de conchas de vieira, le otorga el título de ser única en el mundo. Estas conchas, cuidadosamente dispuestas, además de embellecer la capilla sirvieron para aislar la estructura de las fuertes lluvias gallegas evitando que causase humedades en su interior.

Pero las conchas no siempre estuvieron ahí. La capilla fue construida en 1909 sobre una antigua salina. Y no había ni una sola concha en sus paredes. Pero a mediados de los años cuarenta, siendo Raimundo Riestra Calderón el gerente del balneario, surgieron problemas de humedades en la pared en la que se encuentra el altar. Para arreglar el problema se pidió ayuda a un constructor local, Anselmo Millán, que recomendó usar la técnica tradicional de recubrir la fachada con concha de vieira. De esta forma, el agua resbalaba por las conchas sin riesgo de penetrar las paredes.

Cuando el trabajo estuvo hecho, gustó tanto el resultado que se decidió recubrir toda la capilla con dicho material. Un trabajo que se terminó a principios de los años 50 y que ahora es un espectáculo visual que no solo encanta a los visitantes, sino que también disfrutan con frecuencia los residentes.

Miles de conchas de colores blancos y rosados, dispuestas de manera ordenada, forman un mosaico natural que brilla a la luz del sol, otorgando al edificio una apariencia mágica y etérea. Desde ese momento, se le conoció popularmente como la Capilla de las Conchas, convirtiéndose en una de las joyas arquitectónicas más emblemáticas y visitadas de Galicia

Una capilla de leyendas

Una de las creencias populares en torno a la vieira es que este molusco posee propiedades curativas. Esta es una de las razones por las que la capilla está dedicada a San Caralampio, el patrón de las enfermedades de la piel. La devoción a San Caralampio se ha complementado con la veneración a la Virgen del Carmen, a quien también está consagrada la capilla. La Virgen del Carmen es invocada por los pescadores y marineros en busca de protección y bendiciones para sus labores en el mar.

Pero La Toja no es solo famosa por su capilla, sino también por sus balnearios de aguas termales. Estos balnearios, conocidos por sus propiedades curativas y relajantes, han sido un atractivo destacado desde el siglo XIX. Además, la isla es famosa por sus cosméticos naturales elaborados con minerales locales, ofreciendo productos de alta calidad que combinan la riqueza de la tierra y el mar.

En definitiva la combinación de cultura, historia y naturaleza convierte a La Toja en un destino turístico imprescindible para cualquier visitante de Galicia. La capilla de las Conchas, con su rica simbología y tradiciones, junto con los balnearios y la belleza natural de la isla, ofrece una experiencia completa que captura la esencia de esta región gallega.

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