La calle Cruz Conde adornada con las luces navideñas.

La calle Cruz Conde adornada con las luces navideñas.LVC

Campaña navideña

El comercio de Córdoba confía en la Navidad para empujar las ventas con ojo avizor al cielo

Los negocios se están viendo resentidos por la lluvia imperante estos días que frena las visitas de la clientela

Los días previos al Puente de la Constitución dejaron unas calles repletas de gente y una campaña navideña que empezaba a calentar motores. Todo apuntaba a que en los días festivos el comercio local «daría el campanazo» aprovechando que ésta es la primera Navidad sin ningún tipo de restricción por la pandemia aunque, eso sí, con la inflación disparada. Pero no ha sido así, al menos de momento.

La (tan esperada) lluvia ha hecho acto de presencia durante la mayor parte de estos días festivos y las calles han pasado de estar abarrotadas a casi desiertas. Así lo manifiesta a este periódico el presidente de Centro Córdoba, Manuel Blasco, para quien, comercialmente hablando, «los tres primeros días el Centro ha estado animado como hacía tiempo que no se veía pero con la llegada de la lluvia esa marea humana ha desaparecido prácticamente, las calles se quedaron vacías» lamenta. Y es que -aun cuando se esperaba desde hacía tiempo para contrarrestar la sequía persistente que se viene padeciendo-, el agua caída frena la actividad comercial.

Virginia Ávila, dependienta de una joyería en la calle Jesús Rescatado, asegura que «por ahora, la cosa está flojita, pero todos los años es así hasta que se va acercando la Navidad». Unas ventas que empiezan a animarse «a partir del día 15 de diciembre» especifica. En la esperanza de que ésta sea una buena campaña, asume que al tratarse de una tienda a pie de calle, «dependemos mucho del tiempo». Tanto es así que, como aclara, «el otro comercio que tenemos en un centro comercial está teniendo un buen empujón ya que el mal tiempo hace que los clientes opten por ir a las grandes superficies a realizar sus compras, con el mal tiempo la gente no se reparte entre las tiendas de la calle y al final las [tiendas]que están a cubierto acaban sacando ventaja a la situación».

En el Centro Comercial Abierto Viñuela (CCAV), según explica su vicepresidente, Manuel Rubio, la campaña de Navidad se presenta con «buenas expectativas» a diferencia de la pasada, en la que hubo un importante rebrote de la variante Ómicron, que supuso que muchas de las celebraciones previstas no se desarrollasen de manera normal, «ahora esperamos que, aunque sabemos que el covid no nos ha abandonado pero es algo mucho más controlado, la situación sea mejor».

Con este escenario, asegura Rubio que, pese a las circunstancias de la inflación y la consecuente merma del poder adquisitivo de las familias, «esperamos que se haga un gasto más parecido al de otros años». Para ello, desde esta entidad se han organizado una serie de actividades especialmente pensadas para esta campaña navideña, en la que se hace hincapié en que estas fiestas se vivan en las calles. «Hemos previsto celebrar chocolatadas, actividades de dinamización en nuestra zona infantil de Viñuelandia con atracciones infantiles, fotomatones, lluvia de nieve… un especial Tardebuena el 24 de diciembre en el que haremos una convivencia alargando un poco más el horario comercial para incentivar la venta» destaca Rubio quien adelanta que también se darán un par de conciertos y se dedicará una tarde solidaria a recogida de alimentos para Cáritas.

Dinamizar el comercio

A través de esta organización de comerciantes se ha hecho este año una apuesta importante, junto con otros colectivos que también prestan su colaboración como la Asociación de vecinos de la Viñuela, Peña Amigos de la Viñuela y las Hermandades de la Soledad y el Rescatado, para llevar a cabo una Cabalgata de Reyes. «Ese mismo día 5 de enero traeremos un poquito de ilusión y disfrute a nuestra zona ya que por desgracia no está llegando el desfile oficial hasta nuestra barriada» explica el vicepresidente del CCA Viñuela.

Para contribuir aún más a dinamizar el comercio de cercanía, se realizará una actividad tradicional con la que se pretende premiar la fidelidad de esos clientes que están todo el año visitando estas tiendas, con un sorteo de 1.000 euros el día 9 de diciembre, que será para un único cliente y que podrá disfrutar a partir de esa fecha, en compras en los establecimientos que participan en esta campaña.

Porque toda propuesta es poca para mejorar un sector que a principios de 2022 cifró la caída de ventas en más de un 30% tras recibir la puntilla en la Navidad precedente con la variante Ómicron que no hizo sino dibujar un desolador panorama en el que proliferaban las persianas cerradas, las ofertas de liquidación y los carteles de traspaso tanto en las calles del Centro como en los barrios, donde el número de locales sin actividad era cada día mayor.

Ahora hay ganas de salir y disfrutar a la antigua usanza, como se ha podido comprobar en un Centro a rebosar de locales y turistas cuando el tiempo lo ha permitido. Y es que la lluvia es tan necesaria como esa tregua que esperan los comerciantes de toda la ciudad.

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