La BRI X conmemora el aniversario de la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando al Regimiento «Córdoba» 10
Se trata del CLXXXVII aniversario celebrado en la Base de Cerro Muriano
En conmemoración del CLXXXVII aniversario de la concesión de la Real y Militar Orden de San Fernando al Regimiento Acorazado «Córdoba» 10, tuvo lugar ayer en la Base de Cerro Muriano una parada militar presidida por el general jefe de la Brigada “Guzmán el Bueno“ X, Ignacio Olazábal Elorz.
Al mando del coronel jefe del Regimiento Acorazado «Córdoba» 10, José Miguel Fernández Romero, la formación estaba compuesta por escuadra de gastadores del regimiento, banda de guerra de la BRI X, mando y plana mayor de mando regimental, Batallón de Infantería de Carros de Combate «Málaga“ y Grupo de Caballería Acorazado “Almansa». Con la fuerza formada en la explanada Cervantes y tras la incorporación de la Bandera del regimiento, el acto dio comienzo con la llegada de la autoridad, el general Olazábal quien, una vez recibidos los honores que por ordenanza le corresponde, pasó revista a la formación.
La más alta condecoración
A continuación, tuvo lugar la lectura de la efeméride de concesión de la Corbata de la Real y Militar Orden de San Fernando al Regimiento «Córdoba» 10. Más conocida como Cruz Laureada de San Fernando, ésta es la más alta condecoración militar que se otorga en las Fuerzas Armadas y fue concedida por disposición de la Reina Isabel II al 1er y 2º batallón del Regimiento «Córdoba» por la acción que tuvo lugar el 20 de septiembre de 1836 en Villarrobledo durante la primera Guerra Carlista.
En el mismo acto se hizo lectura de las efemérides correspondientes a los Caballeros Laureados componentes del regimiento; Teniente 2º de Infantería, D. José María Fernández de Córdoba y Palomares, Sargento de Infantería D. Manuel López Muñoz, Soldado D. Francisco Pérez Ayala y Soldado D. Vicente Vidal Sombá que fueron recompensados con la Cruz Laureada de la Real y Militar Orden de San Fernando por los méritos contraídos en combate entre 1913 y 1914 en la Guerra del Rif. Así mismo, se hizo entrega de sendas Banderas de mochila con los nombres de los Caballeros Laureados a los descendientes de cada uno de ellos que asistieron al acto, en homenaje simbólico por su servicio a España y al Rey.
Acto seguido, el general jefe de la Brigada «Guzmán el Bueno“ X, Ignacio Olazábal Elorz llevó a cabo la imposición de la corbata conmemorativa de la operación Balmis al guion del Regimiento “Córdoba» 10. Por su parte, el coronel jefe del regimiento Acorazado «Córdoba» 10, José Miguel Fernández Romero impuso la corbata conmemorativa de la operación eFP, presencia reforzada avanzada en Letonia, al guion del Batallón «Málaga» y la de la operación Libre Hidalgo, en Líbano, al guion del Grupo de Caballería Almansa.
Amor por la milicia
Tras esto, se procedió al nombramiento de «Soldado Honorífico» del Regimiento Acorazado «Córdoba» 10 a la Sra. Dña. María del Carmen Jiménez-Alfaro y Salas, Condesa de Prado Castellano, quien ha mantenido un contacto muy estrecho con el Regimiento Acorazado «Córdoba» 10 desde 2006 y que a lo largo de estos años siempre ha manifestado su amor por la milicia, su permanente predisposición a apoyar las actividades del Regimiento, especialmente en la localidad de Montilla y su generosidad con la unidad y en particular en lo referente al Arma de Caballería. El coronel Fernández Romero le hizo entrega del diploma acreditativo de este título honorífico y de la boina negra, distintivo y seña de identidad de la Brigada «Guzmán el Bueno» X y que representa el espíritu de unidad acorazada y mecanizada que atesora.
Durante la ceremonia, el coronel Fernández dirigió una alocución a los presentes en la que destacó los valores de «heroísmo y servicio a España demostrado por los componentes del regimiento que con sus actuaciones se han hecho acreedores de las distinciones que hoy se han impuesto y conmemorado y del compromiso acreditado a lo largo de casi 20 años por Dª Doña María del Carmen Jiménez-Alfaro y Salas para con el regimiento apoyándolo de forma desinteresada, que le ha hecho valer el título de “Soldado Honorífico del Regimiento».
Finalmente, se rindió homenaje a los que dieron su vida por España durante el cual, el general Olazábal junto a Francisco Fernández de Córdoba y Rivero, descendiente del Caballero Laureado D. José María Fernández de Córdoba y Palomares, depositó una corona de laurel en el monolito en su recuerdo. Tras lo cual, se entonó el himno del Regimiento «Córdoba» 10 dando paso al desfile ante las autoridades e invitados.